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    Sergio González Levet

    Sin tacto

    Leo que Francia le ganó a Marruecos 2 a 0 y jugará el próximo domingo la final de la Copa Mundial de Futbol de Catar en contra de Argentina. Y veo también que los sesudos analistas deportivos -herederos directos de la profundidad racionalista de René Descartes y del pensamiento categórico de don Emmanuel Kant- disertan sobre el partido y concluyen que será un enfrentamiento entre Europa y América, lo que se ha presentado muchas veces en la historia de los mundiales de futbol.

    ​Sin embargo, yo tengo mi propia apreciación y pienso que no va a ser una confrontación entre nuestro joven continente y el viejo. Atiendo a que si nos fundamos en el origen racial de los jugadores de esas selecciones, en realidad va a ser una pugna entre Europa -Argentina- y África -Francia-.

    ​Veamos, el once argentino será así: Emiliano Dibu Martínez, portero; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico, defensas; Rodrigo de Paul, Leandro Paredes, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister, medios; Leonel Messi y Julián Álvarez, delanteros.

    ​Hay ocho apellidos españoles (Martínez, Molina, Romero, Otamendi, De Paul, Paredes, Fernández y Álvarez), dos italianos (Tagliafico y Messi) y uno escocés (Mac Allister), así que se puede afirmar que todos los jugadores del conjunto albiceleste son descendientes de europeos.

    ​Por el lado de Francia, la cosa se pone más interesante. La alineación probable será así: Hugo Lloris, portero; Jules Koundé, Raphael Varane, Ibrahima Konaté, Theo Hernández, defensas: Wesley Fofana, Aurélien Tchouaméni, Antoine Griezmann, medios; Ousmane Dembélé, Kylian Mbappé, Olivier Guiroud, delanteros.

    Hay dos apellidos españoles (Lloris y Hernández), uno alemán (Griezmann), ¡uno francés! (Guiroud) y siete africanos (Koundé -Benín-, Varane -Iraq-, Konaté -Mali-, Fofana -Costa de Marfil-, Tchouaméni -Camerún-, Dembélé -Mali- y Mbappé -Camerún-). Habría que agregar que hay otro jugador de raíces africanas, Karim Benzemá, de progenitores nacidos en Mali.

    ​Vaya, de los 26 seleccionados por Didier Deschamps, ¡14 son de origen africano!

    ​Otra característica de los jugadores sería ver en qué país juega cada uno de los seleccionados de Argentina y Francia, y resulta que la mayoría lo hace en equipos de Francia, España, Inglaterra, Italia y Alemania. Solamente un argentino milita actualmente en el River Plate, el portero Franco Armani, pero no ha participado en ningún juego.

    ​Las nacionalidades son un elemento que se ha ido difuminando -como muchas otras cosas en este mundo cambiante, el concepto tradicional de familia, por ejemplo-, ante la globalización de personas y mercancías en las últimas décadas.

    ​La verdad es que el patriotismo perdura en los países gracias solamente a la necesidad de raigambre, de un asidero, que tiene el ser humano. Dentro de algunas copas del mundo tal vez ya no competirán selecciones nacionales, sino conjuntos armados desde otra perspectiva.

    ​Quién sabe…

    sglevet@gmail.com