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    Felipe de Jesús Fernández Basilio

    Desde A Janela

    “Ya solo restan un año, nueve meses y catorce días para que se vaya a … su rancho”

    Ricardo Monreal Ávila ha estado aparentando una rebelión al interior del partido en el gobierno, pero la realidad se encuentra muy alejada de lo que pretende vender el jefe de la bancada morenista en el senado.

    Hay buenas razones para pensar en ello, y es que sus actuaciones a partir de 2021, y no solo esta última en el Senado, nos permiten suponer que su “rebeldía” es fingida debido a que a pesar de que chilla mucho, al final del día logra que se cumplan los caprichos de López Obrador.

    Monreal es un destacado priísta que se volvió amigo y partidario de López Obrador cuando al igual que al que hoy es su jefe su partido original no lo apoyó en sus aspiraciones y ambos primero se valieron del PRD para sobrevivir políticamente y cuando ese partido no les redituó más, fundaron su propio partido (MRN).

    Una vez que alcanzan el poder, Monreal se convierte en el operador político de la auto mal llamada 4t en el Senado de la República, la única cámara que no logran dominar completamente ya que por su composición de 2 senadores para el ganador de la elección estatal y uno para la primera minoría es prácticamente imposible que alguna fuerza política pueda obtener la mayoría calificada de dos terceras partes (a pesar de los plurinominales que no debiera de haber en esa cámara), y desde esa posición logra con mucha astucia, persuasión y engaños sacar adelante las reformas constitucionales del primer trienio de esta administración.

    En este recuento no se puede pasar por alto que Monreal ya una vez fue desplazado en favor de Claudia Sheinbaum en 2018 cuando pretendía ir por la jefatura de gobierno de la Ciudad de México y tuvo que conformarse con dirigir a la bancada oficialista en el senado más nunca aceptó de buen grado ese revés en sus aspiraciones políticas y a partir de ese momento inició una guerra sin tregua ni cuartel en contra de la Sheinbaum, pero solo en contra de ella y del jefe político de ambos.

    Este último punto es importante que quede claro, ya que así entenderemos mejor el papel que está jugando en estos momentos de definiciones el senador morenista.

    Si observamos bien los hechos, nos daremos cuenta que Monreal ha saboteado muchas veces a Claudia Sheinbaum tanto en las elecciones intermedias de la Ciudad de México, como ahora en su ilegal precampaña como “tapón” favorito de López Obrador y él a su vez ha recibido las andanadas que esta le envía a través de su extravagante y vulgar mensajera, Layda Sansores; más Monreal nunca se le ha salido del redil al presidente, sino que por el contrario ha cumplido con todo lo que este le ha pedido.

    Resulta obvio que Don Ricardo quiere ser presidente de la república y su principal obstáculo, al menos por el momento, es Sheinbaum y por lo ello es que aparenta un distanciamiento con López Obrador, más la realidad es que con una mano golpea muy duro a la aparente consentida del presidente y con la otra abraza y apapacha a su jefe.

    Todos los sainetes que este senador ha protagonizado como el de Veracruz van dirigidos contra personajes de MRN que abiertamente han proclamado sus simpatías en favor de la jefe de gobierno capitalina más cuando el conflicto pudiera escalar y afectar al presidente, Ricardo Monreal se ha hecho a un lado y eso es lo que aún muchos opositores no han entendido, aunque tal vez con este cochinero de leyes electorales recientemente aprobado en el senado ya lo hayan hecho.

    Por ello es de ilusos creer que Monreal va a romper con López Obrador, ya que lo conoce muy bien y sabe que es tan traicionero que en una de esas el verdadero tapón pudiera ser él y no Sheinbaum y si no, al menos con desbarrancarla y obtener otro cargo vistoso se va a dar por bien servido, ya que sus ambiciones quedarían a salvo y por ello es que con los otros “tapones” se lleva muy bien y tan es así que no lleva ningún pleito en curso ni con Marcelo Ebrard ni con Adán Augusto López.

    Monreal ha tenido la posibilidad de rebelarse y con ayuda de la oposición controlar de manera independiente al senado y también de frenar reformas legales promovidas por el presidente y siempre ha reculado en el último momento, ya que su objetivo es seguir fiel al presidente y la imagen de “hijo desobediente” que vende no es más que una mera faramalla, ya que en realidad sus amores y posibilidades se encuentran en el gobierno y su partido.

    Esta columna se despide del 22 y les desea a sus lectores una feliz navidad y volverá después de Reyes en la segunda semana del próximo año.

    felfebas@gmail.com

    Twitter: @FelipeFBasilio