Felipe de Jesús Fernández Basilio
Desde a Janela
“Ya solo restan un año, ocho meses y dieciocho días para que se vaya a … su rancho”
Antes de iniciar quiero desearles un feliz 2023 y que este año que inicia sea mejor que los anteriores.
La voz germana “dämmerung” se traduce al castellano como el ocaso o el crepúsculo y ello es precisamente lo que el inicio de este año le trae a López Obrador como presidente de la República.
Y es que igual a como ocurre en el ciclo noche-día, al presidente el sol le comenzó a descender desde que se llevaron a cabo las elecciones intermedias, a la mitad de su mandato, en las que no solamente perdió la mayoría calificada para reformar a la constitución en la Cámara de Diputados y la mitad de las alcaldías de la Ciudad de México, sino que su coalición electoral obtuvo cerca de dos millones de votos menos que toda la oposición a su gobierno junta.
Luego la tarde le arreció con el rechazo a sus contrarreformas eléctrica y electoral, así como el intento de militarizar desde la constitución a la Guardia Nacional; sin olvidar la importancia que tuvo el que una buena parte de la población que se opone a su forma de gobernar se manifestó contundentemente en contra de la desaparición del INE.
Ahora el inicio de 2023 marca claramente el ocultamiento del sol para la administración de López Obrador, ya que la inercia iniciada con las elecciones de 2021 aunada al que el tiempo que le queda en el cargo ya es muy pequeño y que ineludiblemente el tema de la sucesión, con el cual al principio jugó al nombrar a sus tapaderas, ahora cobra por sí mismo seriedad; trae como resultado que el presidente con todo y sus peroratas matutinas pase a un segundo plano y con ello, la influencia que a la buena o la mala haya tenido sobre otras instituciones simplemente se evapore.
Siendo el inicio de este año una prueba de que el ocaso ya le llegó a la presidencia de López Obrador y le llegó con más fuerza que a muchos otros de los que le precedieron y ello es debido a que tuvo mucho más poder que ellos, pero lo ejerció de una peor manera.
Y ese ocaso se nota particularmente en que las derrotas que sufren López Obrador y sus principales operadores son cada vez más aparatosas y producto también de la actividad humana tanto de sus contrarios como de quienes simplemente buscan preservar la integridad de la república.
Siendo esa diferencia muy marcada en comparación a cuando en la primera mitad de su periodo sexenal, solamente la terca realidad era la única capaz de limitar el abusivo ejercicio de poder de un presidente que se sintió monarca, ya que todos los demás actores políticos, salvo una muy pocas y honrosas excepciones, o lo secundaban o callaban.
Pero además esas derrotas son aún más aparatosas debido a la soberbia y el cinismo con el que, tanto el presidente como sus allegados, enfrentan a la adversidad derivada de los errores que cometen o de los comportamientos nada éticos y muchas veces ilegales que sostienen y peor aun cuando son descubiertos.
Basta con ver los casos de la ministra Esquivel y de la Jefe de Gobierno de la Ciudad de México Claudia Sheinbaum para darse cuenta de la soberbia y el cinismo con el que se actúa dentro de la auto mal llamada 4t, ya que la primera ocupa un cargo de suma importancia debido a que como ministra es integrante del máximo tribunal constitucional y resulta que obtuvo su grado de licenciatura merced a plagiar una tesis escrita por otra persona.
Lo anterior aparte de ser muy grave debido a la trascendencia de la función que desempeña y a que constitucionalmente para ocupar el cargo requiere de ser licenciada en derecho, lo que a todas luces no acontece debido a que la UNAM ya determinó que copió la tesis de otro, se ve aún más agravado, porque en lugar de pedir licencia para defenderse y así salvaguardar el honor de la SCJN, la señora Esquivel se pretende convertir en la víctima del plagio, llegando al grado de acusar al verdadero autor de la tesis como el plagiario.
Un cinismo sin límites y más que en lugar de renunciar se atrevió a votar por sí misma para encabezar a la corte.
Mientras que Claudia Sheinbaum, aparte de inmiscuirse en ese asunto ordenando a su fiscalía dizque autónoma que exonerara a la ahora plagiaria, también cometió la irresponsabilidad de andar en campaña ilegalmente en otro estado cuando la ciudad que está a su cargo se encuentra sin presupuesto y a la deriva debido a las ambiciones personales de su Jefe de Gobierno y el frentazo que recibió fue que mientras en Morelia iba a dictar una cátedra sobre el “buen gobierno” que dice realizar en la Ciudad de México, en esa misma ciudad por falta de mantenimiento se incendia un vagón del metro con una víctima mortal y muchos heridos, no cabe duda que la realidad la uso en su lugar de muy mala manera.
Pues resulta que la señora Sheinbaum también padece la misma soberbia y el mismo cinismo que su jefe y camaradas, ya que inventó el cuento de un supuesto sabotaje en el metro realizado con la finalidad de perjudicarla en sus legítimas aspiraciones y la solución que dio al problema fue llevar a la Guardia Nacional a cuidar el metro.
Veremos si los policías militarizados pueden dar mantenimiento al metro sin que la Jefe de Gobierno distraiga un solo peso del presupuesto de la ciudad que está destinado íntegramente a financiar su ilegal por adelantada precampaña.
En fin, como pueden ver amables lectores, el “dämmerung” u ocaso del presidente es cada vez más manifiesto y los únicos que no lo ven son el propio López y sus allegados, ya que viven embriagados de un poder que se les está yendo de las manos cada vez más rápido y muestra de ello son las estrepitosas derrotas con las que empezaron este año.
Se sienten invencibles, pero el destino ya los está alcanzando.
felfebas@gmail.com
Twitter: @FelipeFBasilio