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    Mar de León
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    Para aprender un nuevo idioma sin mediocridad se necesitan varios elementos. Pero en particular la humildad es fundamental, sobre todo si se es adulto, porque pareciera humillante tener que volver a memorizar lo que desde bebés ya sabemos. Nombrar nuevamente todos los objetos y tener que recordar tanta información, al final parece muy cansado.


    ​He visto personas brillantes que batallan con aprender inglés, por ejemplo. Odian y rechazan por completo todo lo que tenga que ver con pronunciar las cosas de distinta manera porque suena muy sangrón o por cualquier pretexto que se les ocurra.
    ​Y pasa algo muy curioso en el cerebro de los que empiezan a estudiar un nuevo idioma: si se le explica correctamente y logra comprender de qué se trata y hasta llega a pensar que incluso es simple, se convence de que ya lo domina en su totalidad. Esto no podría distar más de la realidad.
    ​Para hablar otro idioma y convertirse en bilingüe y, más aún, políglota, se necesita entrega y la disposición de integrarse 100% a la cultura. Si es posible, visitarlo, y si se puede mejor vivir al menos seis meses en el país en donde lo hablan y entender la religión, la geografía, las costumbres gastronómicas, sociales, etc.
    ​Se necesita una arrogancia medida y carecer de timidez para poder pronunciar de manera correcta y adecuada fonemas que nunca usamos ni escuchamos a lo largo de nuestra vida cotidiana.
    ​Para hablantes de idiomas que son similares como el alemán y el inglés o como el español y el portugués, es más sencillo aprenderlos. Si un chino estudia el japonés le será más sencillo que a un suizo, ya que la china y la japonesa son culturas más cercanas. Pero si un francés intenta hablar inglés no le será sencillo por la pronunciación, aunque también por lo que se come en Inglaterra, por el tipo de gobierno que tiene y hasta el lado donde se encuentra el volante del automóvil.
    ​Hay muchas maneras de aprender un nuevo idioma, pero ¿cuál es la correcta? Depende del lugar en donde estemos y las personas de quienes nos rodeamos. Hasta cierto punto, eso es lo que define nuestra personalidad y nuestro comportamiento, aparte de nosotros mismos, claro.

    margl84@gmail.com