Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Cuando todos se centran en el debate mediático de sólo dos figuras políticas que podría abanderar el partido político Morena para la candidatura a la gubernatura de Veracruz en 2024, a nivel nacional plantean un escenario más amplio.
Si los nombres de Rocío Nahle y de Sergio Gutiérrez Luna comienzan poco a poco a posicionarse, también se encuentra el de Zenyazen Escobar García.
Hace unos días, en el portal informativo nacional SDP Noticias, Antar M. Nacif planteó que, para la sucesión gubernamental en el estado de Veracruz, saldría un nuevo jugador, el secretario de Educación.
De manera que la contienda interna no sería solamente entre la secretaria de Energía y el diputado federal.
Antar M. Nacif expone: “Quienes hablan que este conflicto entre morenistas no traerá consecuencias, se están engañando, en caso de enviar otro candidato, podría pasar algo similar a Coahuila y Sergio Gutiérrez pueda decidir buscar otra forma de llegar al gobierno estatal”.
Además, acota: “Ahora, con la resolución del poder judicial de la federación que invalidaría la candidatura de Rocío Nahle, que todavía nada está dicho, debemos recordar que otros buscan llegar al palacio de gobierno del Estado, como el secretario de educación de Veracruz, Zenyazen Roberto Escobar García”.
Si bien el funcionario del gabinete estatal se encuentra concentrado y enfocado en el tema educativo, su trabajo permanente y recorridos constantes por todo el territorio veracruzano le permiten tener una radiografía completa de las necesidades de la población.
Pero, también, con el objetivo de que haya una continuidad real en el trabajo que se ha realizado a nivel estatal, se requiere de alguien que sea conciliador, que anteponga el diálogo y los consensos.
Se necesita de una persona que pueda tender puentes de comunicación con todos los sectores, grupos políticos y partidos opositores.
Zenyazen Escobar García, además, ya fue diputado local y conoce del tema legislativo, donde el actual Congreso está compuesto por mayoría morenista.
De manera que la figura del secretario de Educación no es mal vista, por el contrario, ha sido reconocido por autoridades nacionales y por el propio Ejecutivo estatal.
Atiende y resuelve. Da resultados y no problemas. Sobre todo, no se confronta con los miembros de su partido y menos con funcionarios federales.
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