José Luis Enríquez Ambell
Café de Mañana
El y los riesgos por accidentes de tráfico en muchos casos de repartidores de alimentos – sobre todo – van más allá de lesiones musculares o ligeros raspones en alguna parte del cuerpo.
En arterias de la ciudad de Xalapa la movilidad en ciertos días y horas sobre todo entre semana y días de afluencia comercial – ejemplo el día de la amistad – se vuelve más complicado ante todas las relevantes obras que promueve la administración de Don Ricardo Ahued en diversos frentes para mejorar a la capital veracruzana.
Aunado el crecimiento de la cultura del motociclismo por repartidores, junto con el descontrol con el tránsito y paso de unidades de carga pesada en horarios no permitidos por las autoridades, el asunto puede alcanzar niveles del más elevado peligro no sólo en conductores de esos transportes (motos y vehículos), sino para la comunidad en su conjunto.
Hasta ahora NO existe una regulación sanitaria, de transporte y vialidad, de seguridad pública, desarrollo y control urbano por parte de las autoridades en los tres niveles de gobierno; municipio, estado y federación que contribuya y norme al menos a los moto repartidores y peor aún, se presume que poco o nada se hace en favor de ellos, y no significa eso ser el único universo de atención ya que hay más población afectada.
Es real este problema y a la vista de casi toda la población, pero debería estar en el radar de nuestras autoridades.
Son cientos y miles de motociclistas los que circulan por las calles y avenidas de Xalapa, pero igual se ven por todas las regiones de Veracruz – incluyendo áreas conurbadas, semi urbanas y además de una alta densidad en movilidad – entre llevando y dejando pedidos y comida a través de las aplicaciones, con mochilas o sin ellas, «y en muchas ocasiones se aprecian y encuentran extremadamente sucias, además, expuestas a diversas infecciones, con y sin Covid.»
Pareciera también que solo basta con tener una motocicleta, – emplacada o no, – bajar la aplicación, llenar cuestionarios para darse de alta como repartidor, para luego comprar por su propia cuenta la mochila y empezar a trabajar con un código que les proporcionan desde un celular y listo. En ese momento hay un empleado según el Inegi aunque no así para la SHCP, pero también puede ser un paciente de algún hospital, situación que merece ser atendida, regularse y atajar posibles niveles de tragedia.
Los motociclistas que repartieron en este día de la amistad y el amor, alegría y felicidad, tristemente se observa que no están sujetos a ninguna autoridad sanitaria que los supervise, no trabajan bajo ningún contrato, ellos son como sus propios jefes en cuanto a horarios y rutas, pero tampoco cuentan con ninguna prestación de naturaleza social y económica, y los pone en un mayor riesgo e igualmente a conductores y la población que circulamos por diversas razones.
Pienso que es necesario instrumentar medidas de control no solo para los moto repartidores sino también sobre los conductores y pasajeros de las motocicletas, pero también a quiénes ocupen ese tipo de transporte para vender o solicitar un servicio; sea por alimentos, medicamentos, despensa u otra naturaleza.
La alta incidencia de accidentes viales en las ciudades y municipios de mayor densidad poblacional y vehicular -incluye moto repartidores – se concentran en más de diez y dónde Xalapa sobresale frente a Veracruz, Boca del Río, Orizaba, Coatepec, Córdoba, Poza Rica, Tuxpan, Coatzacoalcos, Minatitlán y Martínez de la Torre, según estadísticas del INEGI, y no debemos omitir que hay territorios de las municipalidades de Veracruz que se enlazan y cruzan con tramos carreteros federales.
¿ O no es así ?
UN CAFÉ CON DOBLE CARGA
El Béisbol y la política tienen rasgos que les identifican. Un equipo es el que inicia y avanzado el juego los relevos se hacen necesarios, y dicen los expertos del rey de los deportes, que gustan y saben de la actividad pública; «un cuadro es el que abre y otro es el que cierra el juego.»
¡ ES CUANTO !
enriquezambell@gmail.com