Vicente Luna Hernández
Gobiernos vienen y gobiernos van, declaraciones vienen y frustraciones también, recursos económicos llegan y recursos económicos no son suficientes, ¿para qué no son suficientes? Esas respuestas no llegan, la triste realidad es que Veracruz sigue siendo un Estado violento donde la inseguridad pública se pasea en cada rincón del Estado y cómo se acusaba ayer al PRI, después al PAN ahora se acusa a MORENA ¿que debe suceder para respirar tranquilos?
De acuerdo con el “Ranking 2022 de las 50 ciudades más violentas del mundo” presentado por el Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal, México concentró la mayor cantidad de urbes (17) con los índices de homicidios más altos a nivel mundial por cada 100 mil habitantes, al menos de los 10 primeros lugares, 9 ciudades se encuentran en México, “afortunadamente” no hay ninguna de Veracruz ¿pero se puede presumir algo? en realidad que significa la frase: ¿cómo México no hay 2? ¿Es halago o es un señalamiento incomodo? ¿Hemos vivido engañados?
Lamentablemente el fin de semana Veracruz se tiño de rojo, cualquier lugar y a cualquier hora del día puede ocurrir una desgracia, un hecho violento donde personas ajenas al conflicto pueden resultar afectadas y por lo consiguiente la familia completa, hablar de números en las estadísticas mortales es un diagnostico pobre e incompleto, ya que en esos números no se considera ni se habla de manera pública de los familiares directos y de todas las consecuencias que se presentan en su salud mental, la otra gran pandemia en México.
No pienso escribir de la violencia en las organizaciones criminales, delincuencia organizada como le llaman los Gobiernos Desorganizados, quiero hablar de esa violencia cotidiana que nos parece tan común, de esa violencia que poco a poco va escalando hasta llegar a sus funestas consecuencias ¿Qué podemos hacer como ciudadanos? ¿Que están aprendiendo los jóvenes con esta realidad social? Siendo honestos ¿es la violencia característica negra del mexicano? ¿Solo se trata de culpar a las autoridades? ¿Hay malas hierbas o solo malos cultivadores? ¿Disminuir los índices de violencia inicia en casa? ¿La violencia verbal es el primer paso de un Estado violento?
La violencia verbal, la violencia psicológica y la violencia física, son tres monstruos que duermen en la recámara de nuestra conciencia, controlarlos es parte de una sana convivencia social, en la familia principalmente y en todas nuestras relaciones sociales, mantener un equilibrio emocional debe formar parte del sistema de salud pública de este país ¿estamos perdiendo nuestra capacidad de dialogar y llegar a acuerdos vecinales? ¿Solo a golpes se arreglan las diferencias en la convivencia entre jóvenes escolares? ¿Lastimar al prójimo alimenta el espíritu? ¿Infundir miedo se prefiere a infundir respeto? ¿Son las redes sociales parte del problema o deben ser parte de la solución?
Toda violencia y en cualquier modalidad – por llamar de alguna manera – debe ser rechazada de manera categórica pero no solamente en el discurso, debe haber una gran cruzada impulsada por las organizaciones sociales, magisterio y medios de comunicación impulsando la sana convivencia con todas nuestras diferencias, el respeto y la tolerancia deben ser – como Liverpool – parte de nuestra vidas por nuestra propia sobrevivencia como sociedad civilizada, es tiempo que todas y todos hagamos un alto en el camino y contribuyamos de manera activa en la pacificación de nuestro entorno social, hablar con el ejemplo y llamar las cosas por su nombre, el respeto no solo es a nuestra manera de pensar sino también a respetar con quien no coincidimos, hay alguna violencia que no podemos combatir como ciudadanos, – no de la manera como se necesita – pero hay otra violencia que se practica todos los días y a ella contribuyen de manera importante quienes son pobres de espíritu y vacíos de alma, es a esa violencia que hay que señalar y castigar, pero hay que ir más allá, deben ser atendidos por el Estado de manera profesional, no hay que olvidar que hay víctimas directas pero también aquellos que forman parte de los daños colaterales ¿es la salud mental un tabú en México?
P.D.- Con el ánimo que cada Ayuntamiento tenga una Dirección Medica de Salud Mental….Escribiré otro día.