Inocencio Yáñez Vicencio
Nunca. Y les voy a decir por qué. Antes que nada lo hago con todo el respeto de las voces que han manifestado que es posible, voces que muchas de ellas tienen mi respeto pero también mi afecto. Lo hago porque mi actitud es crítica. Lo que significa que es mi deber desmontar una teoría y volverla a armar. Lo que es lo mismo que levantar el velo que recubre su realidad, es decir, mostrar y demostrar que tienen un sentido ideológico, que presentan una cara distinta a lo que son para que las aceptemos.
He dicho en repetidas ocasiones que la burguesía no triunfo cuando militarmente tomó la Bastilla sino cuando hizo pasar sus intereses como los nuestros. En primer lugar nos hizo creer que los derechos individuales eran sacros y naturales, por lo cual el Estado que nacía de esa revolución, los debía reconocer y garantizar, porque eran anteriores a él, siendo su fin enarbolarlos y digo enaebolarlos, no concretarlos, porque ello significaría que tendría la obligación de crear las condiciones para materializarlos y antes que otra cosa hay que señalar que derecho que no es generalizable, no es derecho, y el derecho a la propiedad para serlo tiene que generalizarle, por lo que en ese plano el Estado asumiría la función de ser un distribuidor de la riqueza o por lo menos ser un derecho exible ante los tribunales. Es la propaganda burguesa y el monopolio de la fuerza fisica, por medio del Estado, como se impide que estas contradicciones estallen. La otra gran argucia de la burguesía es igualarnos madiante la abstracción del concepto de ciudadano, aunque sólo sea ante la ley, borrando todas las diferencias sociales, con lo que logra que en su mente y la de sus colonizados exista una igualdad, que se desmiente con sólo voltear hacia la realidad. Dejando ver únicamente la división entre gobernantes y gobernados, pero esa bifurcación no es social, es consecuencia de nustro régimen representativo, no existe en un régimen de identidad, no lo conocieron los que practicaron la democracia directa.
Cuando el gran teórico de la Revolución francesa E. Sieyés, dijo el Tercer estado somos todo, se refería a ver la sociedad como monolítica, por lo que en 1791, con la Ley Lechepalier, fueron abolidas las sociedades intermedias y las elecciones se organizarían, según el Abate, mediante una figura llamada comicios ( que nada tenía que ver con la figura romana), que en una elección de tercer grado, propondría candidatos y pasados los procesos desaparecería. Ese es el origen de que se diga que los partidos dividen lo que está unido, ya sea pueblo, nación, conunidad, patria, que se considera por los orgánicos, como un cuerpo monolítico. En estas condiciones el representante es un iluminado, que , si es llevado al poder por medio de una elección, sería porque se identifica con el bien común, un bien común que no surge de la discusión sino de la visión del elegido.
En las facultades de derecho se nos engaña cuando se nos dice que los derechos de propiedad son de origen natural y que por lo tanto no los debemos discutir; se nos engaña cuando se nos dice que somos iguales ante la ley, una ley que no hacemos nosotros; se nos engaña cuando se nos dice que el Estafó se asienta sobre una sociedad monolitica, cuando vemos que es plural y esa diversidad es la que da origen al nacimiento de la política para encauzar la diferncia y producir los acuerdos parciales( el acuerdo total, puede ser un ideal pero no una realidad, porque conduciría a la supresión de la política y los partidos mismos) que hagan posible la convivencia.
Un candidato de la sociedad no competiría con nadie, porque sería la expresión del todo y ello equivaldría a que ya no habría diferencias de ninguna clase o a que se ha instalada un régimen que haciéndose pasar por el todo, elimina las partes y termina con el todo, porque sin partes no hay todo.
Cuando el expresidente de la COPARMEX Gustavo De Hoyos, nos dice que es uno de los nuestros y que no esta podrido por el poder político y que se apunta para representarnos, sabe muy bien que está utilizando el lenguaje tramposo del populismo ultraderechista, que traspola el eje izquierda-derecha, por el eje nosotros-ellos, sociedad-elites políticas corruptas, limpios- sucios. Éste, como FRENA en su momento, no creo que pase de servirle a Amlo, para mostrarle a sus partidarios que los monstruos del que los quiere salvar, son de carne y hueso.
Como ha quedado claro no puede haber un candidato de una sociedad, cuya pluralidad, nos guste o no , origina los partidos exige que para la democracia halla diferencias entre las partes, como requisito para hacer posible la alternancia, pero también la alternativa de poder y de programas sociales.
Por muy rentable que sea para los partidos, como Movimiento Ciudadano, Morena y otros, hacer politica atacando la política, no podemos soslayar esta trampa, porque si los partidos buscan con ello votos y poder, los empresarios como clase, buscan que las decisiones que competen a la sociedad organizada políticamente, pasen al mercado, por eso atacan con tanta rabia la política, pensando que al debilirarla, se les facilitará influir en ella o asaltarla, para aplastar las conquistas de los sectores que siempre han manipulado y explotado. Asi como la ciencia necesita de científicos, la política necesita de políticos. Que necesita de buenos politicos si, pero no de traficantes de la política. Política es trabajar para el bien público. Quien se embolsa los dineros públicos, ya no es un político, es un delincuente, llamémosle por su nombre, para empezar a rescatar una actividad muy noble, para cerrarle el paso a los demagogos y farsantes.