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    Inocencio Yáñez Vicencio

    Tenía razón aquél que con el sobrenombre de Curzio Malaparte, rubricó su libro: La técnica del golpe de Estado, al decir que cada golpista tiene su ruta propia. Algunos lo llevan a cabo desde el cuartel, otros desde la calle, otros desde las urnas o desde el mismo poder. La Marcha Sobre Roma, desde la calle, encumbró a Mussolini; las urnas llavaron al poder a Hitler; Pinochet salió de los cuarteles; en Portugal, Perú…han salido de los cuarteles experiencias democráticas, lo que no puede ser motivo para saludar esa ruta. Aprobar un resultado no quiere decir darle la bienvenida a ese camino.

    Lamentablemente un camino tenido como bueno, como es la democracia, no garantiza siempre un buen resultado. Churchill decia que la democracia era el régimen menos malo de los conocidos hasta ahora. Platón , en su lugar proponía el Rey filósofo, el gobierno de los sabios; Aristóteles, legó el gobierno mixto o politeia; Popper sólo prefería la democracia por permitir el cambio de gobierno sin derramamiento de sangre…
    En nuestro país el populismo germinó en una tierra abonada, en buena parte, por los mismos que hoy lo combaten, fingiendo no saber de donde vino. De acuerdo con el evangelio del populismo, que nada tiene que ver con el surgido con las reformas rusas de 1861 y el Partido del Pueblo en los Estados Unidos, salvo en su anticapitalismo, nos dice Ernesto Laclau, que se empieza por elegir las asignaturas pendientes u olvidadas o deficientemente atendidas, y entre ellas, buscar una que hegemonice.Esto es. Para que prospere debe haber reclamos y problemas sociales no satisfechos. Quedando claro que si los problemas de pobreza, educación, salud, educación, vivienda, empleo, seguridad pública, corrupción, impunidad, justicia, transparencia, representatividad, corrupción… hubieran estado bien atendidos, no hubiese encontrado terreno fértil el discurso populista. Si prosperó es porque los problemas de igualdad y libertad no estaban correctamente encarados. Al menos tuvo que haber esa percepción. La teoría del populismo manda elegir entre esas demandas, una, que domine en el discurso. En Estados Unidos, Trump tomó el nacionalismo: defender su frontera sur( empinar a Amlo, para su tercera frontera), protección de su industria, repatriar capitales, cuidar su territorio antes que los ajenos. En Europa, el populismo tiene como principal bandera la xenofobia. El siguiente paso es trasladar el eje izquierda- derecha a la división nosotros-ellos, pueblo( restringido a los partidarios) contra políticos, ricos-pobres, honestos contra mafiosos… tomar su base social( pueblo) como monolitica para justificar su representación holística, propia de un iluminado, que es el único que conoce el bien común y que encarna la voluntad general y la ley( por eso dijo el presidente » a mi no vengan con eso de que la ley es la ley» ) y su inclinación a preferir la aclamación al veredicto de las urnas, de ahi para él la sucesión halla quedado decidida el pasado 18 de marzo en lugar de esperar el 2024.
    El terreno para el florecimiento del populismo viene de lejos y no me refiero al trigo y al circo que los emperadores romanos distribuían para ganarse a su pueblo; me refiero a la cantaleta contra la política que desde hace varios décadas venimos escuchando en la radio, en el cine, en el teatro, en la televisión, en las iglesias, en las escuelas privadas, en las revistas, en los periódicos, en los discursos… con el propósito de desacreditarla para debilitar al poder político y someterlo al capricho de los barones del dinero y sus compinches. Este clima, llevado al paroxismo, por no pocos encumbrados en el poder, que se llenaron los bolsillos de las arcas publicas, pero que al apartarse del bien público dejaron de ser políticos, porque no puede haber político distanciado del interés general, se le siguió llamando político, con el único fin de desacreditar la única actividad que, por la vía pacífica, puede emancipar al oprimido y darnos libertad, en lugar de llamar al delincuente, por su mombre, delincuente.
    En este escenario, la práctica, para sacar provecho de la animadversión hacia la política y los políticos, fue de Amlo, Dante y otros vivales, hacer política atacando a la política y a los políticos, situándose fuera de la política. Bueno. Esa institución que el gobierno quiere desaparecer ahora, tiene como único delito, haberles permitido que tanto Amlo como Dante, denominen a sus conformaciones no partidos sino movimientos.
    Amlo , abandonó al PRI, porque no le dio la candidatura al gobierno de Tabasco, no porque estuviera en desacuerdo con su ideología. Pudiera inferirse que emigró por no estar en desacuerdo con el método de elección, pero justamente hoy tiene una membresía de la cual él es el dueño y decide, ciando mucho, por unas falsas encuestas sus candidatos, que hacen de Morena, Movimiento Ciudadano, PVEM, PT… más antidemocráticos que el PRI
    Amlo no inició su carrera antipriista como un luchador de izquierda. La inició como un vil pepenador de causas que le fueran rentables, como la toma de pozos petroleros. Hacerse la víctima fue su principal estrategia, por eso nunca reconoció una derrota. Todo fue fraude, según él, hasta cuando ganó, fue, dice, a pesar del fraude. Cuando en su última campaña mandó al diablo sus instituciones, bosquejó su programa de gobierno. Su desprecio por la ley empieza con ordenar cpnsultas al márgen de toda norma legal.
    Dice combatir el neoliberalismo, pero como en su cara le restregó su exsecretario de Hacienda, Carlos Urzúa, pasaría con mención heroica sus asignaturas. Ratificó, en desventaja, el Tratado de Libre Comercio, impuso recortes y ajustes franciscanos, todas las reformas en el campo, en el ISSSTE… de corte neoliberal, están intactas. Desde que arribó a la presidencia ha robado, mentido y traicionado. Únicamente hace todo aquello que le dé votos. Ha tomado el dinero de los fideicomisos, de los ahorros fiscales, de los subejercicios. Jaime Cárdenas Gracia, renuncio al Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado, porque el presidente quería que registrara como ingreso un cheque recuperado de una rescisión de contrato del INFONAVIT, por 5 mil millones de pesos. En SAGALMEX encuentran un faltante que duplica la supuesta Estafa Maestra. Los dineros para escuelas, universidades, clínicas, hospitales, vivienda, mantenimiento e infraestructura se destinan a programas sociales, con los cuales han aumentado 5 millones de pobres, que en la realidad solo pretenden tener clinetes para sus marchas y votos. Si hoy se tiene demandados por traición a la patria a los diputados que votaron en contra de la Reforma Eléctrica, qué pueden esperar los periodistas que disienten.
    Los siervos o servidores de la nación, las Asambleas de Barrio, los Francisco Villa, los ambulantes, los Vagoneros, los Vándalos, los esquiroles que le reventaron el acto a Peña en la IBERO, la Guardia Nacional ( recuerdan a su jefe Bucio, en Coahuila , en el presidium, con todo y uniforme en pleno acto de Morena, los Narcomorenos que en el 21 secuestraron la estructura electoral del PRI en toda la Costa del Pacífico, para hacer ganar al sedicente partido de Amlo; toda esta maquinaria ha salido el pasado 18 de msrzo para tratar de asustar al voto independentista , anunciando que si no ganan por las buenas en el 2034, lo harán con sus huestes entrenadas para el asalto de las bandas populista.
    Para impedir esta intentona golpista no queda otra que presentar una alternativa no de retorno al escenario que hizo posible el triunfo del populismo, como lo quiere Gustavo De Hoyos y otros empresarios sino una alternativa que cierre las puertas por donde se coló la escoria que hoy nos azota.
    No puedo hablar por los panistas, pero no tengo conocimiento de alguno que haya defendido a García Luna. Lo que estoy enterado es que, sin negar sus fechorías, rechazan- y creo que con mucha razón- que si es mexicano y cometió los supuestos ilícitos que allá se le imputan, pues se le juzgué aquí y no en Estados Unidos, por el solo dicho de criminales confesos, al menos que reconozcamos la quiebra de nuestras instituciones. Lo curioso es que se acepta ese juicio, pero cuando los gobernantes norteamericanos llaman a Amlo, facilitador de los cárteles de la droga, entonces los morenos gritan » no intervencion». Qué patético que personajes que vivieron del PRI y que se vieron envueltos en escándalos de corrupción en la época de Dante, se quieran reciclar lamiendo las botas de los que hoy tienen el poder. ¿ Será que en sus casi ochenta años no aprendieron otra cosa?
    La palabra es un símbolo. El hombre, el ciudadano, la nación, son símbolos. El derecho es un formalismo. Para Kelsen, a una Constitución la válida una Constitución hipotética. Quemar en el Zócalo la efigie de la presidenta de la SCJN es un echo simbólico pero un mensaje real, más que real, si esa funesta y criminal acción no estuviera precedida de una campaña de intimidación, que ha llegado a las amenazas de muerte.
    Miren. Ese día 18 de marzo, yo llegué hasta el Panteón San Fernando. Guerrero y Puente de Alvarado. Le pregunté a unos militares que se dirigían al centro. Ellos me dijeron que únicamente tenían la encomienda de sacar todo el que hiciera o dijera una palabra contra Amlo. Me pareció bien. Todo provocador es peligroso. Pero. Aquí viene el pero. Es evidente que esos inquisidores fueron entrenados, preparados, organizados e instigados desde el poder.
    La técnica de Amlo, para asaltar el poder en el 2024, en caso que el las urnas y el árbitro, no reconozcan su omnímoda voluntad, ha sido puesta en MARCHA.