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    Enrique Yasser Pompeyo
    Mesa de Redacción

    Mientras las autoridades estatales del Gobierno de Veracruz se mantienen en su cerrazón y encerrados en su burbuja, continúan los feminicidios y las desapariciones de mujeres.

    Dos casos se han vuelto mediáticos y muestran la violencia que sufren las veracruzanas.

    El feminicidio de Valeria “N”, ocurrido el pasado 22 de este mes en el municipio de San Rafael, generó la indignación de la población.

    El caso de Alma Lizeth, originaria de Coatzacoalcos y asesinada por su pareja también provocó que la sociedad demande justicia.

    Estos desafortunados hechos son claro ejemplo de la verdadera situación que padecen las mujeres y que prevalece en la entidad veracruzana.

    Aunque las autoridades insistan en que se trabaja para protegerlas, lo cierto es que sólo queda en el discurso, pues la realidad es otra.

    Tras casi cinco años transcurridos de la actual administración estatal, el ambiente de violencia contra las mujeres en lugar de mejorar, empeora, a pesar de que las autoridades lo nieguen.

    A este escenario, se suma la desaparición de mujeres, incluidas, menores de edad.

    Los casos se han registrado en municipios como el pueblo mágico de Coatepec, Xalapa, Veracruz, Pánuco, Camerino Z. Mendoza, Rafael Lucio, Coyutla, Tihuatlán y Huatusco.

    ¿Cuáles son las políticas públicas reales implementadas en estos casi cinco años del gobierno estatal? ¿Qué acciones verdaderas han llevado a cabo los organismos para atender la violencia de género?

    Porque como se observa en el territorio veracruzano, continúan matando a las mujeres y siguen desapareciendo.

    enriquepompeyo@hotmail.com