Vicente Luna Hernández
El 1 de junio de 1991 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto con relación a la requisa llevada a cabo en el Puerto de Veracruz.
32 años a la espera, 32 de esperanzas e ilusiones alimentadas por políticos en busca de la simpatía popular, 32 años de una injusticia social que quebró familias, provoco muertes y lastimó a la sociedad en general, 32 años y ahí están los ex socios de una de las empresas más importantes del Estado , ahí están, ahí están viendo pasar el tiempo, a la puerta de Veracruz y todo lo que eso significa para un sector agraviado, minimizado y señalado pero que era el corazón económico del Puerto de Veracruz y municipios vecinos.
Más allá de entrar en detalles de lo ocurrido aquel lejano 1991, más allá de recordar los abusos de confianza que se han dado en nombre de la “ lucha sindical”, más allá de partidos políticos e intereses políticos y económicos, lo cierto es que el tema de los ex trabajadores y socios portuarios víctimas de la requisa impulsada por Carlos Salinas De Gortari, estuvo en la agenda del candidato pero no del Presidente de la Republica Andrés Manuel López Obrador, el mismo que presume ser veracruzano ¿ cuándo llegará otro veracruzano a Palacio Nacional? Lo cierto es que para el sexenio 2024-2030 no se ve ninguno.
Ante el próximo proceso electoral federal y la precampaña abierta ( esa es la realidad) de varios aspirantes a ser candidatos a la presidencia de la república, se necesita una gran alianza entre medios de comunicación, ex trabajadores/socios portuarios y sociedad en general, para que todas y todos los suspirantes se pronuncien al respecto del tema de la requisa, sin titubeos, sin demagogia y con conocimientos sobre la situación social de los ex trabajadores/socios de servicios portuarios de Veracruz, bajo el lema de batalla: Por el bien de todos…primero los muelleros.
Lo cierto es que se han hecho grandes esfuerzos pero aislados de algunas víctimas, considero que le ha faltado a los responsables de encabezar los esfuerzos para hacer justicia, masificar la lucha sindical, esto es, que no se sienta tan lejana de otros sectores económicos y sociales del Estado de Veracruz, involucrar a gremios sindicalistas nacionales y extranjeros en la difusión de la injusticia social que se llevó a cabo en 1991, brindar conferencias de prensa de manera permanente sobre los avances y retos de la lucha sindical y sobre todo, un manejo honesto y trasparente en la información y logros que se han y se vayan obteniendo.
La 4 transformación no llegó a Veracruz aun mientras no se revierta lo hecho por un gobierno neoliberal en perjuicio de la clase trabajadora, la 4 trasformación será un mito si solo en el discurso para obtener el voto popular se demostró un interés en la requisa de 1991, las y los aspirante – de todos los partidos – deben mostrar una mayor solidaridad con un hecho que quedo grabado en la memoria histórica del puerto de Veracruz, pero desgraciadamente, para mal.
32 años de la requisa portuaria y los ex trabajadores/socios continúan en pie de lucha, tal vez de manera poca ordenada, quizá con los conflictos internos propios de toda lucha sindical, quizá hoy sin fuerza física natural por los años transcurridos, pero con la voluntad y amor propio de ayer, la unidad de todos los involucrados y víctimas de esa injusticia social debe ser la estrategia principal, hoy deben de cerrar filas por su propia sobrevivencia sindical, un nuevo presidente tomara posesión en el 2024, mostrar una fuerza electoral e influyente en la opinión pública es vital, debe ser el camino para que el tema de la requisa de 1991 esté en la agenda de los aspirantes y sea tema de debate en las mesas de opinión y en los medios de comunicación, no hay de otra, ¿ por qué el sector magisterial si es atendido? ¿Por qué a la primera inconformidad se atiende al sector petrolero? Di porque dime abuelita…di por qué.
P.D.- Con el ánimo que se repita de manera permanente la frase: 2 de octubre no se olvida y el 1 de junio de 1991, tampoco…Escribiré otro día.