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    Julio Vallejo
    La línea delgada entre mi opinión y la tuya

    La intención de vestir a los niños y niñas en el colegio por motivo de alguna festividad me recuerda a toda la granja de mi rancho, en la cual veía vacas, borregos, pollos, puercos y hasta burros. Bueno, eso era en mis tiempos hace más de 30 años, ya después se pasó a la liga de la justicia, donde todos querían ser Superman, Batman, Mujer Maravilla, Flash, etc.; y ahora en su mayoría todos quieren ser dinosaurios y unicornios.

    Para celebrar la festividad.

    Las tiendas de parisina, donde los empleados te atienden con su mejor cara, ¡hay ajá!; se encuentran repletas de pasillos de colores y texturas, que dejan ver todos sus maniquíes en forma de jeques árabes. Estas tiendas en épocas de celebridades, es cuando hacen su “agosto”, pues venden desde un alfiler, hasta todo tipo de telas que puedan servir para el disfraz del niño o la niña. ¡Ojo!, es aquí la reunión familiar porque todos aportan ideas, sugerencias y creatividad a la hora de comprar.

    ¿Algo económico?, $400 pesos.

    Destaco que la nota de la maestra decía: padres de familia, les compartimos algunas de las actividades para la siguiente “semana”; el objetivo, es que no sea algo complicado para ustedes, si no que sea algo elaborado en familia compartiendo con sus pequeños tiempo de calidad.

    Empezaremos a desmenuzar la nota; para no decir como Jack el destripador “vamos por partes”.

    Quieren fortalecer la integración de los niños, niñas y padres de familia para que pasen un tiempo de calidad, hasta ahí muy bien. En primera; la señora le dice al padre de familia; te toca colaborar en elaborar algo de lo que pidieron de toda la semana pues a tu hija le encantará. Desde ahí, ya empezó el primer encontronazo, si de por si no había una buena comunicación y con esto le hablas como dándole la orden, por supuesto que se va a molestar el señor Madrazo. Ya después de pensarlo acepta la colaboración.

    Historia de cómo elaborar un sombrero loco.
    Buscar lo que a tu hij@ le gusta para que se lleve ese personaje a la escuela, hora y media, resultado un Minion. Ahora qué se necesita y cómo se va a hacer, silicón, papel cascarón, pliegos de foami adiamantado, tijeras, lápiz, regla y el tutorial en video de cómo hacer un sombrero. Ya si ocupan algo más, lo perdonan pero sólo alcanzó para comprar eso. Que por cierto, el dinero estaba destinado para sus chelas del domingo.

    Ahora sí, viene la integración. Madrazo está apurado trazando, recortando y pegando porque ya quiere ver su partido del américa; la señora entre que ayuda, avanza otra manualidad y al mismo tiempo lava la ropa, María con la inocencia que caracteriza a cada niño, jugando con las cosas que se estaban ocupando. Después de un gran rato y tras unas quemadas con el silicón y modificaciones en el diseño, Madrazo al fin terminó el gorro.

    María al ver el gorro, iluminó por completo sus ojos y comenzó a expresar con gran alegría “papá hizo, papá hizo”, a lo que la señora con entusiasmo dijo: ya ves, te dije que se iba a poner contenta de que tú lo hicieras. Se logró la integración y el tiempo en familia.

    Sin duda eso de los zapatos locos, antifaz divertido, disfraz, etc. hasta terminar la semana si implica un gasto, porque realmente la mayoría de cosas que se necesitan no las tenemos a la mano en algunos casos.

    Hoy en día las escuelas piden eso y más, sin considerar la situación de la familia. ¿A ti te ha pasado lo mismo que a ellos? O tu qué opinas de todo lo que piden en las escuelas. Sin contar que cada que cumple años un compañerit@ tienes que costear un regalo.