Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Con la salida definitiva de dos diputados panistas de la bancada en el Congreso veracruzano, no sólo ese instituto político se debilita, sino también la oposición en general.
La renuncia, desvinculación y separación de Othón Hernández Candanedo y de Hugo González Saavedra del Grupo Legislativo albiazul representa una escisión que podría crecer.
A esta situación en la Legislatura se suma una dirigencia estatal gris, opaca y con poco impacto entre la sociedad.
Si bien Acción Nacional cuenta con simpatizantes y militantes, la pugna entre los grupos al interior del partido lo fragmenta y lo debilita.
¿Cómo esperan, entonces, convencer al electorado de que el PAN representa una alternativa de cambio?
Cabe recordar que estos dos casos (Candanedo y Saavedra) no son los únicos de legisladores de oposición que han dejado al partido que los abanderó, sino que, incluso, otros se han incorporado o alineado al partido en el poder.
Aunque se pretenda minimizar el caso al decir que sólo son dos personajes, sí genera un impacto entre la oposición.
Por eso, no sorprendería que en los meses por venir se dieran más cambios, otra reconfiguración en el Palacio Legislativo.
No sólo el PAN, sino también los demás partidos políticos de oposición tradicionales deberían encender sus alarmas, sobre todo, si es que se busca concretar la alianza o coalición.
Con los tiempos adelantados de la sucesión en Veracruz y en el país, Morena avanza y parecería que no tendrá rival en los comicios de 2024.
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