Enrique Yasser Pompeyo
Mesa de Redacción
Mientras las autoridades de Seguridad Pública del Estado de Veracruz anuncian con bombo y platillo la detención de una “banda” que robaba ¡neumáticos!, continúan las ejecuciones, los levantones y otros hechos sangrientos.
Por citar un caso. En el municipio de Papantla, este fin de semana se registró un macabro hallazgo. Como lo informaron los medios, fueron encontrados cráneos y restos humanos en dos diferentes lugares.
A pesar de la movilización de las fuerzas de seguridad, no pudieron dar con el paradero de los responsables.
¿Cuáles son los grupos criminales que operan en aquella zona? ¿Se trató de una venganza? ¿Acaso de un ajuste de cuentas?
Si bien circulan algunas versiones acerca de la identidad de una de las víctimas, las autoridades no han confirmado nada.
Y aunque se insista en que este tipo de actos sangrientos son hechos aislados, lo cierto es que los grupos delincuenciales operan sin mayor problema, sin que nadie los moleste.
¿Qué ocurre con las corporaciones policiales? ¿Qué hacen sus unidades de Inteligencia?
Otro hecho violento que fue muy mediático es el que se generó en la llamada Riviera Veracruzana, en el municipio de Alvarado.
En ese evento, el saldo fue de una persona sin vida. Y aunque las autoridades estatales aseguren que la población no corre peligro, en los hechos es muy diferente.
La población vive entre el temor, la zozobra y la incertidumbre.
En el estado de Veracruz la inseguridad prevalece, las bandas delincuenciales no se inmutan y las fuerzas del orden, al parecer, han sido rebasadas.
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