Alejandra Quiroz
“’Juan’ se está ahorcando”, gritó ella al avisar a sus vecinos. Ya él estaba colgado de una viga. La ayuda llegó a tiempo.
A los pocos minutos arribó la ambulancia, y tras varias contradicciones de la pareja y las investigaciones de la Policía Municipal, la mujer, de 29 años, fue puesta a disposición de las autoridades por intento de homicidio, aunque fue liberada por falta de pruebas.
Esto no es un hecho aislado en el estado de Veracruz, pero es uno de los pocos casos de violencia intrafamiliar registrada contra hombres.
La violencia de género es un tema que ha recibido una gran atención en los recientes años, y con razón. Estudios se han enfocado en evidenciar el abuso y violencia de hombres hacia mujeres. Ellas han sido históricamente las principales víctimas de esta forma de violencia, recibiendo abusos físicos, psicológicos y sexuales.
Es importante reconocer que la violencia también puede afectar a los hombres, aunque es menos visible; es un problema real en muchas sociedades, incluida la de México. ¿Qué pasa cuando los hombres son los violentados en casa?
«Hay jóvenes, adultos y hasta señores que no demuestran como tal que están siendo maltratados y por eso es casi imposible de detectar esta violencia», dijo la trabajadora social del DIF municipal de Tlaltetela, Veracruz, Nathali Morales Caballero.
Tras la influencia de las investigaciones del tema, su ausencia en programas gubernamentales, el desconocimiento social y presiones culturales, se ha silenciado esta problemática.
“La mayoría de personas dice: ‘nosotros sabemos qué es un maltrato’, pero, realmente no saben lo que es un maltrato. Los estereotipos son prejuicios también, y a veces nosotros los seguimos para ser algo que la sociedad apruebe”, explicó el psicólogo Edgar Cortés Cortés.
Esto crea barreras para que los hombres denuncien los casos de violencia que sufren y busquen apoyo. Además, la falta de conciencia y educación sobre la violencia de género dirigida hacia los hombres perpetua a su invisibilidad en la sociedad.
Ante esto, vale la pena diferenciar la agresión de la violencia, ya que muchas veces se puede llegar a confundir. La agresividad se considera un instinto natural que el hombre lleva consigo desde su nacimiento y que sirve para estar alerta, defenderse y adaptarse al entorno.
Mientras que la violencia no es un comportamiento natural del ser humano, sino un producto cognitivo y sociocultural alimentado por los roles sociales, valores e ideologías, por lo que es una conducta aprendida con una gran carga agravante e intencionalidad para hacer daño.
Esta intimidación hacia los hombres por parte de las mujeres es un fenómeno complejo y multifacético que abarca diversas formas de maltrato. Aunque no existen cifras oficiales específicas sobre este tipo de ímpetu en México, diversos estudios y organizaciones señalan que es un problema subestimado y poco reconocido.
El psicólogo Edgar Cortés afirmó: “probablemente los casos son en menor número, contrariamente al de las mujeres, pero están presentes y, si no son denunciados los hechos, es por varias razones; una de ellas, por vergüenza debido al estigma”.
Una de las formas más comunes de violencia es la psicológica. Esto puede manifestarse a través de insultos constantes, humillaciones, manipulación emocional y control excesivo por parte de las parejas o familiares.
Esta puede tener un impacto devastador en la salud mental y emocional de los hombres, generando sentimientos de ansiedad, depresión y baja autoestima.
Pueden llegar a ser violentados en lugares públicos
La violencia física también afecta a los varones. Si bien es cierto que ellos generalmente tienen una mayor fortaleza física que las mujeres, esto no significa que sean inmunes a los ataques.
Algunos han denunciado casos de este tipo por parte de sus parejas o incluso de mujeres desconocidas. Sin embargo, debido a los estereotipos de género arraigados en la sociedad, muchos varones se sienten avergonzados de reportar estos casos o temen no ser tomados en serio.
Un hombre puede reaccionar ante un abuso, gritos, capricho, insultos e incluso golpes de una mujer, pero, no puede defenderse de igual manera y llega a tener miedo de ponerse agresivo ante los golpes, así que se deja lastimar porque si pega será el acusado ante la ley.
La violencia sexual también es una realidad para algunos de ellos. Aunque es menos común que las mujeres, también sufren agresiones sexuales, existen casos documentados de varones que han sido víctimas de violencia sexual por parte de damas.
Es importante destacar que esta intimidación no se limita únicamente a la violación, sino que también incluye el acoso sexual, los tocamientos no deseados y otras formas.
«Pienso que lo hace porque me quiere»
‘Juan’ tiene 34 años y está casado desde hace cinco años con la que cree la mujer de su vida. Es el único que quiso contar abiertamente su caso, pero prefirió guardar el anonimato.
«Al siguiente día de casarme, todo cambió, aunque ya era un poco mandona cuando éramos novios», empezó su relato.
Contó su historia entre enojo y reconoció que no es consciente de ser un hombre maltratado ya que no puede imaginar que la mujer de la que se enamoró sea capaz de hacerle tanto daño.
«Pues sí me dicen que me ha maltratado psicológicamente y también físicamente. ‘Daniela’ me hacía responsable de sus problemas, me hace sentir culpable e incluso ha llegado a pegarme un par de veces, pero yo no me defendí, porque tenemos dos hijos de cinco años», explicó el joven.
De igual modo el psicólogo indicó que los niños son la fragilidad de los padres, porque, pese a ser pequeños, ellos se dan cuenta. Añadió que se ayuda al paciente a parar con la manipulación por medio de terapia.
“Hay algunas mujeres que definitivamente, para manipular al hombre, les hablan mal a los niños del papá o dañan su figura de hombre y de padre: eso es manipulación”.
‘Juan’ no tiene la valentía de denunciar a su mujer. Ahora se arrepiente de no haberse dado cuenta antes.
«Estoy con problemas psicológicos y de ansiedad. He llegado a consumir sustancias adictivas, hay veces que me grita delante de los vecinos en plena calle, o me humilla en el trabajo y yo no sé cómo reaccionar «, concluyó.
Citando cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, Nathali Morales subrayó que el índice de violencia en hombres en la actualidad ha subido y exteriorizó que el 72 por ciento de los casos denunciados son de mujeres y el 38 por ciento corresponde a los hombres.
Con esa premisa concuerda el psicólogo, quien reiteró que, si acuden a una institución y no los apoyan, sería muy denigrante.
“Sería muy duro para él verse que está siendo atendido porque su mujer o su pareja lo lastimó”, acotó.
Una voz silenciosa
La violencia está en constante aumento y es relevante resaltar que la mayoría de las personas desaparecidas son hombres. A menudo se presta poca atención a este hecho, ya que se suele enfocar en las desapariciones y feminicidios de mujeres. Sin embargo, los varones constituyen la mayoría de las víctimas en desaparición.
Se han encontrado casos en los que investigaciones revelaron que la pareja, ya sea esposa o novia, e incluso en ocasiones la prima o cuñada, han estado directamente involucradas en la desaparición de hombres. Esto representa aproximadamente el 60 por ciento de las víctimas de homicidio, esto según la información que revelaron fuentes de la Fiscalía General del Estado de Veracruz que optaron por mantener el anonimato por motivos de seguridad.
“De lunes a viernes recibimos un promedio de 20 personas que son víctimas. Es común que algunas de estas personas tengan múltiples carpetas de investigación, ya que suelen denunciar casos de acoso que posteriormente escalan hacia amenazas, lesiones e incluso homicidios o feminicidios.
Los hombres también son víctimas de homicidio por parte de su pareja
“Hemos recibido varones que relatan con gran vergüenza que se ven obligados a apartarse de ellas para evitar golpearlas. Sin embargo, esta actitud fortalece a la pareja, ya que al saber que no serán agredidas, abusan aún más e incluso llegan a amenazarlos con armas blancas.
“Durante los primeros dos meses del 2023, se abrieron alrededor de 43, 600 carpetas de investigación en México por violencia familiar y de género. De estas denuncias 989 casos se registraron en el estado de Veracruz, donde hombres mayores de 18 años fueron víctimas de agresión sexual, como intimidación, acoso, intento de violación y violación”, afirmó.
Las víctimas se sienten renuentes a compartir su historia por diversas razones, y, por lo tanto, su abogado asume la responsabilidad de narrar sus denuncias en tercera persona.
“Cuando un hombre es víctima de violencia por parte de una mujer, es fundamental que busque apoyo legal para proteger sus derechos y bienestar. En estos casos, un abogado especializado puede brindar asesoramiento legal, representación en el sistema judicial y apoyo emocional”, informó el abogado Ángel Rosales Murrieta.
Además, acompaña al hombre durante todo el proceso legal, desde la denuncia inicial hasta la comparecencia en el tribunal, redactando declaraciones y solicitudes de órdenes de protección.
“Nosotros somos los defensores, asegurándonos de que sus derechos sean protegidos y presentando pruebas sólidas y persuasivas que respalden su demanda. Además, ofrecemos apoyo emocional, y referimos al cliente a servicios de apoyo psicológico y redes de ayuda, lo que contribuye a su recuperación y sanación integral”, dijo Rosales Murrieta.
Según las diversas fuentes consultadas, coinciden en que para hacer una denuncia tienen que acercarse al DIF municipal o a las estancias de apoyo más cercanas, donde se le brindara atención psicológica, social y médica, donde los trabajadores sociales serán los gestores y orientadores para la ayuda igualitaria.
Aun así, es importante contrarrestar los signos de abuso y promover la conciencia sobre el tema. Ambos géneros deben ser conscientes de que cualquier forma de maltrato es perjudicial, ofensiva y atenta contra la dignidad humana.
Lugar apropiado para acudir a denunciar
En este caso, es importante informar a las personas sobre sus derechos y proporcionarles la información necesaria para que puedan presentar una denuncia en los lugares apropiados. Uno de estos lugares es la Fiscalía General del Estado, que se encarga de los casos de violencia de género.