Historias de Vida, ése fue el tema de la reunión híbrida que sostuvo Juntas Venciendo el Cáncer Coatepec este pasado sábado, donde se le dio la bienvenida a Nelly, una nueva integrante, una nueva guerrera, una nueva hermana, una nueva amiga…
Nelly se enteró del grupo Juvecan a través de Rosy, la tanatóloga de cabececera de estas Guerreras, ya que son vecinas en Cerro Gordo, lugar del que cuentan maravillas.
Allá en Cerro Gordo, Nelly vende pollo y tiene una manera de ser muy especial, pues aún con los efectos de la quimioterapia, todos los días se planta en su mesa de trabajo para saludar y ser saludada por sus vecinas, siempre con una sonrisa en la cara.
Su problema empezó cuando se descubrió una “bolita” en la mama derecha y acudiendo a su médico, éste le dio algo para desinflamar, advirtiéndole que si no desaparecía, le tendrían que hacer una mastografía, lo que se cumplió dos semanas después.
Al recoger sus resultados, la doctora la alarmó pues la hizo sentir que se trataba de algo “catastrófico”, parecido a como tener un “monstruo” en su pecho. Su cuerpo se enfrió, la boca se le puso seca y se bloqueó, al grado que no pudo llorar hasta que una conocida la abrazó y entonces ambas soltaron el llanto.
En el CECan aceleraron los trámites y así iniciaron con quimioterapia, la cual ya está por terminar, razón por la que hizo su presentación ante Juvecan con una pañoleta que todavía no se atreve a quitar ni delante de sus hijos.
Nelly conoció así a sus nuevas amigas, a sus nuevas compañeras, a estas guerreras que le contaron también sus experiencias y dieron también esas oportunas orientaciones y consejos como el que no escuche los comentarios de pasilllo que alientan a tomar el caldo de zopilote o las cápsulas de víbora… sí, es cierto, hay hierbas medicinales que ayudan pero no curan y por razones de seguridad y salud, todo tiene que ser recomendando por el médico.
Juvecan le habla también sobre los aspectos psicológicos y espirituales y no deja de sorprender en Nelly su buena actitud.
A Nelly se le ofrece una peluca para que se sienta mejor y se le entrega la bolsa de recuperación pues está próxima a la cirugía y necesita estar preparada; primero, haciendo un duelo y despidiéndose de la mama, aceptando que no hay otra opción; y segundo, tiene que aprender los ejercicios para que su rehabilitación sea más rápida.
La tensión se rompe un poco cuando las Guerreras de Juvecan hablan de sus anécdotas chuscas sobre las prótesis y la falta de la mama, un lenguaje que sólo ellas entienden.
Finalmente se le ofrece un aplauso nutrido a Nelly, tanto de las presentes como de las compañeras en plataforma y abrazos empáticos de cada una de las asistentes.