Sergio González Levet
Sin tacto
Después de tres años sumamente fructíferos para la transparencia en Veracruz, la maestra Naldy Patricia Rodríguez Lagunes entregó la Presidencia del Instituto Veracruzano de Acceso a la Información (IVAI).
Las cuentas que ha dejado la destacada comunicadora de su ejercicio al frente del Instituto son demoledoras en su eficiencia. Veamos: cuando llegó el 26 de marzo de 2020, había un rezago de 4,500 quejas de ciudadanos que no habían sido atendidas, y había varias de ellas que llevaban dos años durmiendo el sueño de los justos en algún cajón olvidado de algún funcionario o algún empleado.
Y luego la multas por incumplimiento, entre 2018 y 2019 el IVAI solamente impuso tres sanciones. Como bien dijo la funcionaria saliente, la desidia y el incumplimiento eran una constante en la dependencia que ella llegó a presidir. La diferencia notable es que en lo que va de este año ya se han impuesto 26 multas a entes obligados que no han cumplido, con un monto de 416 mil pesos, de los que ya han sido cobrados 116 mil.
La comunicóloga se encargó de poner las cuentas claras en un organismo que tenía atrasos, adeudos y disposiciones poco claras. En tres años, Naldy consiguió que el IVAI se pusiera al corriente en los 10 millones de pesos que le habían heredado sus antecesores, y también se pagaron los atrasos que había con el personal y se pusieron al corriente los impuestos.
Interpuso una política de cero tolerancia a la violencia de género y a la discriminación. Durante su gestión, en el IVAI se laboró en un ambiente de cordialidad y respeto.
Naldy Rodríguez fue una especie de sorpresa para quienes no conocían su determinación, su estricto sentido de la justicia y su empecinamiento en hacer bien las cosas. Fue una piedra en el zapato para los que pensaban que se podía gobernar desde la penumbra, sin dar cuentas, sin explicar acciones y decisiones.
Por eso ella confesó en su discurso de despedida que fue “víctima de campañas de mentira y odio” y que enfrentó “también violencia de género.
“Pero no nos rajamos” -dijo con entereza- “y, desde nuestra trinchera, seguiremos trabajando con honradez y cerca de la gente”.
Quedan para la historia de las buenas conciencias sus palabras finales como Presidenta del IVAI:
“Con un profundo agradecimiento cierro esta etapa, una nueva iniciará y deseo que sea de gran éxito para quienes la conforman, pero sobre todo para la Institución, una muy noble pero desafortunada, porque ha estado bajo intereses -a veces mezquinos- de grupos y personas”.
Saludos a esta gran mujer veracruzana, que tiene mucho más por dar a su estado.
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