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    Luis Alberto Romero

    Hora cero

    En la carrera interna de Morena por la candidatura a la gubernatura de Veracruz en 2024, parece que sólo quedan cinco aspirantes en la curva antes de la recta final.

    El alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued, prácticamente se bajó de la contienda de forma implícita, al expresar su simpatía por la secretaria de Energía del Gobierno Federal, Rocío Nahle.

    El presidente de la Junta de Junta de Coordinación Política en el Congreso local, Juan Javier Gómez Cazarín, hizo lo propio; y no sólo se ha pronunciado, también es uno de los operadores de la funcionaria federal en Veracruz.

    Con esos dos descartes, cinco son las cartas de Morena para suceder a Cuitláhuac García: Rocío Nahle, la única mujer en la interna; Zenyazen Escobar, secretario de Educación, el más identificado con el grupo del actual gobernador; Manuel Huerta, delegado de programas federales en Veracruz; Sergio Gutiérrez, diputado federal, quien se ha convertido en el representante en la entidad del proyecto de Adán Augusto López; y Eric Cisneros, secretario de Gobierno, quien parece que se promociona por la libre con la bandera de la tercera raíz.

    De esas cinco cartas, muy probablemente sólo tres lleguen a la encuesta final, que se levantará en Veracruz una vez que se haya definido el tema de la sucesión presidencial, a principios de septiembre.

    Igual que lo ocurrido en el ámbito nacional, con la intención de Manuel Velasco de inscribirse como representante del Partido Verde, a los cinco aspirantes de la 4T al gobierno de Veracruz podría sumarse una “corcholata” más por parte del partido del Tucán: el ex diputado y ex dirigente del PRI en la entidad, Alberto Silva.

    A estas alturas se han filtrado al menos tres encuestas que se manejan al interior de Morena. En las tres, Rocío Nahle aparece como puntera. Hay que tomar en cuenta que la secretaria de Energía cuenta con una indiscutible presencia en la zona sur de Veracruz y en 2018 hizo campaña por el Senado, como candidata en primera fórmula de Morena. Por ello no extraña que su nombre esté relativamente posicionado.

    Sin embargo, las aspiraciones Nahle García dependen directamente de los resultados en la Refinería de Dos Bocas, uno de los proyectos sexenales más importantes de López Obrador.

    Ese sería el único riesgo que enfrentaría la titular de la SENER para que se cristalice su reciente declaración a los medios en el sentido de que Veracruz es su destino; es decir, si Dos Bocas no refina antes de la designación de la candidatura, la moneda de la sucesión seguirá en el aire.

    Al interior de Morena se maneja una encuesta en la que Nahle aparece con un nivel de conocimiento de 23 por ciento entre los veracruzanos; nada mal. Con ese mismo porcentaje está el secretario de Educación, Zenyazen Escobar; y más abajo, Manuel Huerta, con 15; Sergio Gutiérrez, con 11; y Eric Cisneros, con 7, lo cual resulta curioso, porque son estos dos últimos los que más se promueven con anuncios en gran formato.

    No es el único estudio; hay otros que dan más puntos de ventaja a Rocío Nahle; o bien presentan un panorama más cerrado. En el tema sucesorio veracruzano, nada parece definitivo.

    En Morena, a fin de cuentas, la decisión sobre la candidatura podría irse hasta diciembre o enero; y será influenciada por la selección en la sucesión presidencial. @luisromero85