Destacado

    Vicente Luna Hernández

    Alguien debe decirle al presidente nacional del PRI Alejandro Moreno Cárdenas, que lo qué sucede en Hidalgo puede contaminar otros estados del país, el control del Consejo Político Nacional que lo avala no significa que tiene el control de la militancia diseminada en el territorio nacional, pensar que los presidentes de los comités estatales controlan a sus respectivas militancias puede ser su principal dolor de cabeza por encima de quien será la o el candidato del Frente Amplio va por México, no hay que minimizar las renuncias de conocidos priistas, hay que darles la importancia debida porque en tierra hay más militancia que debe ser atendida, escuchada y sobre todo, permitirles ser protagonistas en un proceso electoral que necesita de todas y todos aquellos que quieren cambiar las cosas en México porque consideran que las cosas no van bien.


    Hoy más que nunca los que presumen de ser políticos – no viles grilleros o lambiscones – deben hacer gala de todas sus capacidades y talentos políticos para impedir que otros Estados se contaminen de la rebeldía de la militancia que se ha presentado en el vecino Estado de Hidalgo, la convocatoria a la unidad nacional alrededor del Frente Amplio debe iniciar en una gran convocatoria hacia el interior del priismo nacional, lo que ocurre en Hidalgo no es caso menor ni debe por ningún motivo minimizarse ¿renunciar todo un comité directivo estatal? eso es una bofetada a la presidencia de Alejandro Moreno, ¿ renunciar a su militancia toda la bancada de diputados locales? es una bofetada a la militancia que en su momento voto por ellos ¿renuncias de alcaldes y ex gobernadores? Algo está fallando en la comunicación entre iguales, algo ha dejado de hacer el CEN para coadyuvar a que las diferencias no se diriman a través de la política en su más noble significado ¿acaso la política no es la suma de voluntades alrededor de un proyecto en común? ¿Acaso la política no es dialogar, convencer, argumentar y ceder?
    Más allá de la confrontación al interior del PRI, más allá de las declaraciones en contra de la oposición del presidente, lo realmente importante es la confrontación que se da a ras de tierra, la confrontación que se da entre vecinos, familiares, compañeros de trabajo, universitarios, jóvenes estudiantes, entre mujeres y en casi todos los sectores de la sociedad, la confrontación lastima a México y parece que a nadie le importa ¿es tan difícil convocar a la unidad? ¿Es tan difícil diferir sin ofender? ¿La confrontación política es fruto de la confrontación social o es al revés?

    Algunos dirán que ya me desvié del camino y del sentido de mi opinión, pero no es así, el rompimiento que se da en Hidalgo es por la falta de comunicación, la ausencia de acuerdos, el cumplimiento a la palabra empeñada, por el autoritarismo y sobre todo, por la soberbia de las personas y grupos involucrados, ¿acaso no la unidad se inicia en casa? ¿Alejandro Moreno es el PRI? ¿Puede el PRI convocar a la ciudadanía y no convocar a su militancia? ¿Esa polarización que alimenta el presidente ya contaminó al PRI? ¿La reconciliación partidista es una camisa que nadie se quiere poner? ¿Se convoca a una reconciliación hacia fuera pero no existe hacia adentro?
    Hoy que parece que la oposición despertó de su aletargado sueño, hoy que la oposición ha llegado a un acuerdo para seleccionar a quien en su momento los representará en la elección presidencial, hoy que la oposición entusiasma a sus seguidores y a los millones de mexicanos que no se ven representados por el gobierno de morena, salen a escena personajes del PRI que renuncian a su militancia ¿a quién le conviene estas rebeliones al interior de un partido opositor? ¿Ya tomaron nota las y los presidentes de los comités estatales del PRI?
    La reconciliación debe ir más allá de los discursos y de la demagogia, cada partido político debe llevar a la práctica su esencia: hacer política seria y profesional, convocar, escuchar, considerar, respetar todas las voces y sobre todo, los de arriba no creerse que siempre estarán en la cúspide, todos aquellos que están en nómina deben ser los primeros en aportar y contribuir con su ejemplo diario, que la política es el mejor antídoto a las diferencias y confrontaciones.
    En Veracruz hay una militancia partidista que está en silencio y pasiva, lo que ocurra en la capital del Estado no es sinónimo de activismo partidista en la mayoría de los municipios, los primeros responsables de meter el hombro, son todas y todas aquellos que hoy están en nómina y tienen un cargo legislativo gracias a la militancia y al cobijo del PRI, que no pidan que algunos caminen bajo el sol mientras ellas y ellos están en sus oficinas con la comodidad del clima acondicionado ¿ Hidalgo lo ven muy lejos? Tal vez les toque a las puertas y no estén preparados para reaccionar de la mejor manera.
    P.D.- Con el ánimo que la vieja guardia del PRI con su sabiduría y experiencia política contribuya – por el bien del PRI y del Frente Amplio – a que Hidalgo no contamine Veracruz…Escribiré otro día.