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    José Luis Enríquez Ambell
    Café de Mañana

    Entrar al mundo de la política es y debe ser por capacidades, talentos y esfuerzo más no por pertenecer a una estirpe, que usa a los partidos para ascender.

    El oficio en las instituciones y la administración pública debe reconocerse como único vehículo para hacer política con esfuerzo, humildad y lealtad, pues la emoción por y para servir es un sentimiento que nace desde muy joven a través de actividades sociales, culturales, deportivas y recreativas que van creciendo y desarrollándose.

    El amor por México y nuestra tierra veracruzana se nos inculcaron a muchos de mi generación desde el entorno familiar, y por ello observo el acontecer en algunos partidos políticos dónde parece prevalecer más el capricho por encima de la disciplina y la determinación por armonizar las voluntades, respetando ópticas individuales.

    Debo advertir que en mi paso por instituciones no me he afiliado – a la fecha – a partido alguno, y he tenido la fortuna y bendición de trabajar con gobiernos de varias filiaciones, e incluso en un organismo autónomo, situación que me brinda la libertad para opinar respetuosamente del tema del acontecer.

    Creo que la lealtad no se vende en las farmacias, y también que los talentos se mezclan entre el ADN y el trabajo diario superando entornos, y muchas veces con una alta complejidad.

    «Pienso y creo que los partidos políticos deben observar que no pueden continuar siendo de palancas y herencias» dado que operan con recursos públicos – y estos provienen de toda la sociedad a través de un organismo autónomo electoral que los regula – pero al final nacen del bolsillo de todos los contribuyentes y eso indica que al igual que el sector gobierno, administran dinero de todos, pues ellos no fabrican ni producen dinero. Y de tal suerte, la apertura a la ciudadanía es la ruta del fortalecimiento o irán al debilitamiento paulatinamente.

    También creo que los partidos políticos no son un bien manejable como si fuera de una persona o familia. Por eso y desde el enfoque de la Sociología el concepto de familia política habla de la «pertenencia,» y está considerada desde la comunión de ideas de todos quienes conforman una organización. Sin embargo, lo anterior hay quienes creen que les posibilita la creación de redes políticas sobre la base del liderazgo de un grupo familiar incluso consanguíneo, y esto no debe ser, dicho de otra forma; «el parentesco no debe jugar un papel sustantivo, tesis que se sostiene en investigaciones sociológicas.»

    UN CAFÉ CON DOBLE CARGA

    Es indudable que el parentesco en todas las sociedades es importante como estructura social, pero en los partidos políticos paso a ser un fenómeno que tiende a ir desapareciendo en la actualidad.

    DE SOBREMESA

    Es posible afirmar que los vínculos de sangre y parentesco «todavía» determinan la estructura de los grupos en los partidos políticos en la medida en que sus redes de sociabilidad aumenten el molde del perfil de sus candidateables.

    UN CAFÉ LECHERO LIGHT DIVORCIADO

    Estos procesos irán fragmentando a los partidos políticos «familiares» pues irán perdiendo – como hoy en día se aprecia – la capacidad de transmitir dichos cargos o funciones a descendientes e incluso a algunos de sus allegados de sangre.

    UN CAFÉ PARA LLEVAR

    Las razones son múltiples, pero sobresalen entre ellas la fuerza del grupo en el contexto general de una región, así como en muchos aspectos organizacionales del partido que se trate y en un
    un grado importante de lealtad y consenso no sólo en el grupo, sino hacia el exterior del mismo y esto cada día parece ser menos sólido, de ahí que los partidos deberán seguir abriendose a la sociedad.

    UN CAFÉ CON CANELA Y PANELA

    El concepto tiene validez en estos tiempos y en dónde estamos ante la presencia de un tipo de fenómeno muy particular y se observa todavía que una forma de acceder a los cargos públicos es a través del parentesco y la relevancia del apellido, aunque parece venirse diluyendo, en diversas regiones del País y en Veracruz.

    UN CAFÉ NEGRO VERACRUZANO

    Si analizamos minuciosamente el origen familiar de los políticos, aún actualmente encontraremos apellidos que se repiten de manera constante en la arena electoral e institucional, pero es mucho más notorio en el ámbito de las regiones, donde se aprecia con mayor frecuencia este rasgo. Y asi muchas familias poderosas se han formado con verdaderos cotos de poder.

    UN CAFÉ DE OLLA

    En algunos casos los lazos sanguíneos y jurídicos no son un requisito para pertenecer a un grupo de poder, pero con el consecuente reconocimiento de un líder, y resulta ser que se reproducen los patrones de conducta de una familia consanguínea, pero la lealtad con disciplina, serán los que prevalezcan en el devenir, desde mi enfoque y opinión.

    ¡ ES CUANTO !

    enriquezambell@gmail.com