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    Vicente Luna Hernández

    Durante el transcurso del Gobierno de Cuitláhuac García Jiménez, diferentes analistas políticos señalaron el protagonismo del Secretario de Gobierno Eric Patrocinio Cisneros Burgos, su influencia en diferentes áreas de gobierno se decía que era mayor al poder del gobernador del Estado, no compartía yo mucha esas conclusiones, el poder se ejerce sino otro lo ejercerá, pensé que era estrategia del gobernador dejar que el malo de la película fuera su secretario y él era la mano suave y tersa que gobernaba para todas y todos…me equivoque.

    El protagonismo del secretario de gobierno poco a poco acaparó la conversación pública por encima del Titular del Poder Ejecutivo, tanta fue su libertad de ejercer su cargo que pensó: ¿por qué no escribir un libro y promover la cultura del pueblo veracruzano? ¿Por qué no buscar ser el próximo candidato de morena a la gubernatura? ¿Por qué no iniciar una pre pre campaña en todo el Estado?

    Lo pensó y se puso manos a la obra, sacó libro, pintó bardas, puso espectaculares en las principales carreteras del Estado y sin pudor alguno, presumió su destreza para escribir libros, misma destreza que aprendió y pulió en el Estado de Baja California Sur, todo parecía sonreírle para beneplácito de sus aliados y seguidores pero algo paso.

    Tener aspiraciones políticas es válido y más en estos tiempo electorales tan agitados, ocupar su posición de gobierno para hacer promoción de su persona es lo ilegal, inmoral y es traicionar los principios de la 4T que presume que no son iguales a los que gobernaron ayer, sin embargo, estas acciones no dan mucho margen a sus defensores para contrarrestar las críticas de la oposición e incluso de compañeros de su mismo partido político, tanto va el cántaro al agua que este se rompió y las consecuencias aún faltan por ver.

    Todo Veracruz fue y es testigo del particular ejercicio del poder del secretario de gobierno, todo Veracruz vio que muchas veces el poder del gobernador fue rebasado por el protagonismo de su segundo de a bordo, tal parece que lo dejaron correr para que al final tropezara, cayera y se lo quitaran de encima o lo inmovilizara, sin embargo, la pregunta de fondo es, ¿era necesaria la intervención del presidente AMLO para ubicar al secretario de gobierno? ¿Era necesario que en una conferencia mañanera el presidente exhibiera no a un funcionario sino a dos? Porque las palabras del presiente seguramente calaron hondo en el gobernador del Estado, ¿nunca pudo el gobernador controlar a su secretario de gobierno? ¿No quiso o no pudo?

    Nadie está en contra de los derechos de los pueblos indígenas de Veracruz, nadie está en contra de rescatar la importancia histórica de los grupos afrodescendientes de Veracruz, – descendientes de mujeres y hombres africanos que llegaron a la nueva España – nadie está en contra de que un funcionario público ejerza el noble ejercicio de escribir un libro, hoy la moda en la clase política – muchos de los cuales lo que menos tienen es clase – es escribir libros y presumir que sé es pueblo, nadie está en contra de rescatar la importancia de Veracruz en la vida nacional, estoy seguro que nadie, el pueblo está en contra del desvió de los recursos públicos y de la utilización de recursos públicos en la promoción personal, no confundamos las cosas.

    El presidente dijo: “si el secretario de gobierno tiene una aspiración política que renuncie”, el gobernador – para alegría de sus malquerientes y tristeza de sus aliados – dijo que: “el secretario no buscará ser candidato a gobernador” ¿era necesario que el gobernador hablara a nombre de su secretario de gobierno? Algo anda mal cuando el gobernador es portavoz tanto de la Fiscalía del Estado como de algún colaborador de su gobierno…es cierto no son iguales.

    P.D.- Con el ánimo que el gobernador deje en claro que el orden de las jerarquías al interior de su gobierno no está a discusión….Escribiré otro día.