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    Miguel Ángel Gómez Ruiz
    Contrapunto

    En Veracruz hay poco ambiente con relación a la elección de 2024 en donde no solo se elegirá a un nuevo presidente, sino que se renovará el Congreso de la Unión y además, habrá elección para gobernador y para renovar la Legislatura local.

    Prácticamente desde el inicio de su gobierno, el presidente López Obrador aclaró que Rocío Nahle contendería por la gubernatura de Veracruz y no imaginó en ese momento que habría algunos suspirantes, aunque ninguno de ellos, incluida Nahle, serían de gran impacto entre la población.

    Sergio Gutiérrez, un expanista negado por el propio presidente, por Cuitláhuac García y por muchos morenistas veracruzanos ha crecido un poco, pero no con la influencia que se pensaba, aunque a nivel personal, me parece que tiene más tablas que la propia Rocío Nahle.

    Otros suspirantes, Eric Cisneros y Manuel Huerta Ladrón de Guevara también expresaron su deseo de participar con todo y que no tienen posibilidades.

    Quien sí tiene posibilidades pero al que no dejan participar es al alcalde de Xalapa, Ricardo Ahued Bardahuil que es mucho mejor persona que Nahle, Gutiérrez y el resto. Así las cosas.

    Sin embargo, Morena, aún con su triunfalismo ha fallado y podría sufrir un buen número de reveses el próximo año, quizá no para perder la presidencia, con todo y que sus aspirantes son poco menos que nada, pero pues, el dinero es el dinero y una de las estrategias de Morena durante estos cinco años ha sido repartir dinero entre algunos pobres y personas a las que pueden influenciar.

    Volviendo al tema de Veracruz, la actuación del gobernador Cuitláhuac García ha dejado mucho qué desear, pues ha sido por momentos tibio, otras veces muy ajeno a las cosas y gusta de copiar al presidente López Obrador al criticar todo, pero sin hacer prácticamente nada que valga la pena.

    Al mandatario le cuesta relacionarse. No puede vivir sin los halagos del presidente López Obrador, pero fuera de allí ha tenido malos resultados, sobre todo en seguridad, en salud, en obra pública.

    En efecto, Cuitláhuac García se ha peleado con todos: con empresarios, con periodistas, con exfuncionarios, con feministas, con maestros, con ambientalistas, en fin, casi todo le ha salido mal, eso no se puede negar.

    Por ello es que para el próximo año, la oposición puede aprovechar alguno de esos escollos que el propio mandatario ha dejado abiertos para ganarle la partida, porque si algo es cierto, es que no tienen mucho que ofrecer a la población. Ninguno de sus aspirantes tiene suficiente carisma para ir a barrer en las urnas. Y mucho menos pueden depender de alguna de las corcholatas, porque esos están peor.

    La oposición

    Hace apenas unos días, se informó que Fernando Yunes Márquez, Enrique Cambranis Torres y el exdirigente José Mancha Alarcón analizarán la conveniencia de una alianza con el PRI y el PRD.

    De esos dos partidos no queda mucho, es cierto, pero aún hay elementos valiosos que pueden contribuir a que la citada alianza sea un éxito.

    Lamentablemente y lo advertí en una columna hace mucho tiempo, hubo jóvenes que casi matan al PRI. Eran esos jóvenes que ni siquiera mostraban respeto o saludaban a priistas de antaño que hicieron buenas cosas por el partido.

    Dos ejemplos claros, Gabriel Deantes, un exvendedor de celulares que se hizo muy rico y que despreció a muchos y Tarek Abdalá al que poco le faltó para vender su alma al diablo y así, otros más que se sintieron en las nubes y que no sólo hundieron a su jefe, Javier Duarte, sino a su partido, el mismo que los encumbró.

    En el PRD tampoco hay mucho qué decir. Es verdad, hubo algunos traidores que se fueron a Morena, pero otros que se quedaron poco o nada hicieron para rescatar a este instituto político que en algún momento fue una alternativa interesante.

    En Veracruz poco o nada hizo Sergio Cadena y el ejemplo más claro es que no hicieron casi nada por Rogelio Franco, que fue un dirigente importante en ese instituto y secretario de gobierno en la breve administración de Miguel Ángel Yunes Linares. Sólo se tomaron la foto y ya. Lo mismo ocurrió en Tihuatlán con Gregorio Gómez, otro importante personaje dentro del partido que también está en la cárcel, todo ello como parte de una venganza del mismo gobernador Cuitláhuac García.

    Aún no se sabe quién será abanderado de la alianza opositora si es que se consolida, pero hasta el momento se habla del alcalde de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos y del senador Julen Rementería del Puerto. No se descarta a Fernando Yunes Márquez y mucho menos a su hermano, Miguel Ángel Yunes Márquez que en 2018 era mucho mejor opción que Cuitláhuac García, por mucho.

    Ya se desmarcó Paty Lobeira, pues dijo que los porteños la eligieron como alcaldesa hasta 2025. En fin.

    PD En Coatepec, su presidente municipal Raymundo Andrade ha sido una nulidad. No se ven acciones, ni trabajo y como todo morenista, anda de lleno en la campaña de 2024, quizá apoyando a alguna corcholata y dando su corazón por el secretario de gobierno Eric Cisneros, que parece que es el que realmente manda en ese municipio. Aunque pareciera que no hay muchas opciones para 2025 no hay que olvidar que Marcela Domínguez García, petista y coordinadora de las mujeres en el municipio, tiene amplias posibilidades. Es seria, una mujer de trabajo y cercana a la gente. No olvide ese nombre.