Sergio González Levet
Sin tacto
Sigo con la historia del gobernador Fidel Herrera Beltrán y cómo logró un acercamiento con el presidente Vicente Fox Quesada a través de la Directora de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, la desde entonces extraordinaria Xóchitl Gálvez Ruiz, una mujer de raíces indígenas que había logrado salir de su pueblo en el Estado de Hidalgo, educarse en la UNAM y convertirse primero en ingeniera en Sistemas Computacionales, después en una empresaria muy exitosa y finalmente en una funcionaria estratégica para el primer régimen panista que hubo en México.
Hasta sus más furibundos adversarios reconocen en Fidel una mente preclara y diáfana, asentada en una memoria extraordinaria, y en una preparación política y cultural muy por encima de la media para estudiantes formados en el sistema público mexicano de la segunda mitad del siglo XX.
La inteligencia del oriundo de Nopaltepec en la Cuenca del Papaloapan se identificó de inmediato con la agudeza intelectual de la nacida en Tepatepec en el Valle del Mezquital. Una y otro se reconocieron nadamás conocerse, y empezaron a trabajar con el objetivo de conseguir obras y mejoras para las zonas indígenas de Veracruz. De esta relación política nacieron caminos y puentes, apoyos alimentarios y educativos, becas y capacitaciones para el trabajo y el emprendimiento en las regiones marginadas de la Huasteca, el Totonacapan, Zongolica, los Tuxtlas, Soteapan…
Y también resultó en una amistad sincera, que llevó a la honestidad fraterna de Xóchitl a acercar al Gobernador jarocho primero con Marta Sahagún, que era la persona más poderosa del sexenio foxista.
Fidel Herrera Beltrán usó todo el poder de su seducción, que era muy vasto, para ganarse el favor y el afecto de la pareja Fox-Marta, y lo logró en buena parte debido a la generosa recomendación de su amiga Xóchitl.
Los años de Fox terminaron por convertirse en una etapa de buenas noticias para los veracruzanos pues cada que el Presidente y/o su esposa visitaban al estado -donde venían a pasarla bien y a morirse de risa con el humor ingenioso de Fidel, según propia confesión de ambos- el veracruzano conseguía beneficiosos presupuestos y apoyos adicionales.
Xóchitl siempre estuvo feliz de este acercamiento de Fidel, porque le servía a ella para que los indígenas veracruzanos pudieran vivir un poco mejor, que era parte de la misión que se había impuesto en la vida.
Queda pues ese afecto y esa amistad manifiestos entre Xóchitl y Fidel.
Y podría notarse dentro de algunos meses, cuando ella esté ya en campaña como candidata del Frente Amplio por México. Es que el Partido Verde no ha sido precisamente bien tratado como aliado por Morena y su patriarca, y en una de ésas no le conceden la senaduría que se está trabajando para Javier Herrera Borunda.
Entonces, el Frente Amplio podría convertirse en Frente Ampliazo.
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