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    Miguel Ángel Gómez Ruiz

    Contrapunto

    Hoy, vivir en México se ha convertido en un riesgo. Sí, aunque haya algunos entusiastas que quieran “quedar bien” vivir aquí no es siquiera una aventura, es una cuestión de horror.

    Tan sólo el fin de semana hubo más de 250 muertos. Van alrededor de 160 mil en este sexenio y la responsabilidad es de este gobierno. Los asesinatos, las desapariciones, los secuestros, los enfrentamientos, los robos y extorsiones son frecuentes y muy comunes en un país como el nuestro en el que la justicia pareciera no existir.

    A eso hay que agregarle que en la mayoría de los hospitales públicos la atención médica sigue siendo deficiente y peor aún, si usted logra conseguir una receta tener los medicamentos asignados es un auténtico milagro o bien, tiene que comprarlos por fuera.

    La educación es otro problema. Muchos estudiantes se quedan sin oportunidad de ingresar a universidades públicas y tienen muy pocas opciones de seguir estudiando a menos que logren ingresar a una universidad privada en la que tendrán que pagar una mensualidad al menos por 40 meses, digamos a un precio intermedio, como 4 mil pesos mensuales, lo que nos da a unos 160 mil pesos tan sólo en pago de colegiaturas, sin contar con las inscripciones y el material que utilizarán durante ese tiempo. Ah, y no olvidemos que la titulación cuesta, quizá de 20 mil pesos hacia arriba. Los estados poco ofrecen a los estudiantes y las universidades del Bienestar son una mala broma. Así.

    Vemos demasiado dinero en obras lujosas y que no tienen un futuro promisorio, como el Tren Maya, que será poco utilizado por los mexicanos y que ha tenido un costo demasiado alto. Mucho dinero, poca efectividad, decenas de miles de árboles cortados cuya venta de madera fue a las cuentas de personas que desconocemos, pero que están disfrutando de ese dinero, sin duda.

    Una refinería en Tabasco que hasta hoy, es un fracaso. Ya fue inaugurada desde hace tiempo y no ha refinado nada. Podrán traer pipas de Deer Park o de otras partes del país para simular que refina pero ni eso ha pasado, lo que representa que hasta el momento eso sea un fracaso. Además, cada que cae un aguacero, se inunda terriblemente y ante eso poco o nada se ha hecho al respecto.

    Peor aún, el tema del aeropuerto internacional “Felipe Ángeles” que pasan los días y que no tiene gente y la poca que asiste es acarreada de otros lugares para simular que hay actividad. Es más, la actividad que reporta en un mes es cubierta en unas pocas horas en un solo día por el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Eso sí, el aeropuerto se hizo famoso por una señora que vendía “tlayudas” y otro tanto por una exposición de ropa de tianguis.

    En fin, del resto poco o nada se puede hablar. Algunos estados reportan crecimiento debido a su actividad en la que poco o nada tiene qué ver el gobierno federal. Un caso excepcional es Querétaro, que ha sido un estado con crecimiento sostenido o bien, Yucatán, que es de los más seguros y mejor gobernados en el país. Habría que agregar a Nuevo León, Jalisco y Coahuila y quizá, Aguascalientes.

    En un caso contrario, bien podemos señalar que los estados más pobres del país son Chiapas, Michoacán, Veracruz, Guerrero y Oaxaca. ¿Qué tienen en común tales estados? Que los cinco son gobernados por Morena. Así de fácil.

    Y aun así, hay gente que parece estar contenta. Según porque antes había corrupción. ¿Y ahora no? Seguramente creen que lo que pasó con Segalmex fue un chiste y que 9 mil millones de pesos sin aclarar no es nada. La mala administración de Alejandro Gertz Manero no parece importarles. Como tampoco parece importarles que Petróleos Mexicanos (Pemex) siga y siga reportando pérdidas. Que en los libros de texto se incluya de manera grotesca una promoción de la 4T y que gobernadores, diputados locales y federales, senadores, funcionarios, alcaldes y demás, obedezcan ciegamente a López Obrador, porque ni siquiera es a un reglamento, es a él, con todo y que se equivoca a diario.

    Pero México va más allá con todo y los propagandistas de la supuesta transformación. Vivimos en un país en el que tenemos derecho a trabajar en donde querramos, a estudiar y no dejar de hacerlo, a competir por mejores lugares y puestos. A ganar el mayor dinero posible. A tener la mejor atención médica y a que nuestra familia esté bien atendida en todo sentido.

    Por eso es que hay que seguir haciendo las cosas lo mejor posible. La buena noticia es que en algún momento ellos se irán, quizá ahora o después, pero se irán. Eso es lo bueno.

    PD Ya debe haber terminado la fiesta de “María Magdalena” en Xico que es, quizá, la fiesta más llamativa de la región. No por lo religioso, eso olvídelo. Las calles y cantinas siempre están llenas y con gente, invitados y visitantes tomando a diestra y siniestra, pero la iglesia casi siempre está vacía. Lo curioso es que el viernes y sábado pasados, hubo un evento ciclista que organizó alguien y que autorizó alguien más. Lo que provocó –por muchas horas- el cierre de la carretera Xalapa-Coatepec, paso obligado hacia Xico. Ello provocó molestia en la población y a la vez, en los organizadores de la fiesta porque nunca había ocurrido. El llamado es a la autoridad para que se organice mejor y no se obstaculice un evento tradicional como el de Xico, por un evento ciclista que fue, intrascendente.