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    Julio Vallejo
    La línea delgada entre mi opinión y la tuya

    Alegría y lágrimas escolares: después de caminar un par de kilómetros en dirección al colegio, sentí dolor en la espalda de tanto cargar mi pupitre; el cual, lo pidieron supuestamente para el nuevo ciclo escolar al no contar con los suficientes para los alumnos. El pupitre era de metal color gris, con un pedazo de paleta de madera que llevaba inscrito con letras de molde color negras, mi respectivo nombre “Julio Benigno”.

    Si ese asiento fuera un psicólogo, podría expresar cada segundo que pasé sentado en ella: mortificaciones, angustias, dolores, tristeza, alegría, entusiasmo, éxito y muchas metas; pero sobre todo, un dolor de espalda y de nalgas, ya que era bastante incómoda.

    Todos los padres de familia saben de las necesidades y de la responsabilidad que conlleva el que sus hijos acudan a la escuela; un pago de inscripción, compra de útiles escolares, uniformes, cuota del patronato, etc.; gastos, que son destinados “disque” para el transcurso del ciclo escolar. Sin embargo, siguen surgiendo más y más.

    Hay muchas instituciones que están reprobadas.

    En el artículo 3° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos se establece que: “Toda persona tiene derecho a la educación y corresponde al Estado la rectoría de la misma, impartida por éste, además de ser obligatoria, universal, inclusiva, pública, gratuita y laica”.

    ¿Será que vivimos engañados? o ¿será que no aprendimos a leer y comprender algunas cosas que leemos?, ya que como bien se puede analizar en la ley suprema; la educación debe ser “gratuita”, siendo la realidad otra, pues no tendríamos que pagar inscripciones, útiles escolares, ni mucho menos hacer exámenes de admisión.

    Hace unos días, se volvió viral en redes sociales una lista de útiles donde solicitaban a cada padre de familia, por mencionar algunas cosas: 20 lts. de pinol, 20 lts. de fabuloso, 50 rollos de papel de baño, 5 lts. de pintura blanca, 10 kg. de jabón en polvo; un completo y total abuso por parte de la institución educativa.

    Tiempos de diarrea.

    Es difícil recordarlo todo pero: si calculamos 50 rollos de papel de baño, con un estimado de 19 niños en un solo grupo, el resultado serían 950 rollos de papel, ahora si tomamos en cuenta que cada alumno acude al colegio alrededor de 185 días al año, resulta un promedio de 5 rollos diarios, los que son usados por los alumnos. Obviamente, sin agregar los días que alguno de ellos lleve diarrea. ¡Aún así, se me hace algo exagerado!

    Quiero que tengas información para pensar.

    El presupuesto que gastan las instituciones escolares es severamente alto, y a pesar de que a la Secretaria de Educación se le proporciona diferentes cantidades para sus rubros, por ejemplo la dotación y distribución de útiles escolares en algunas escuelas; se genera una discriminación por parte de la dependencia ya que todos tienen los mismos derechos.

    La verdad es muy peligrosa para un mundo lleno de mentiras.

    Recuerdo un día escuchar a un secretario de educación decir; “Se trata de un acto de justicia social e igualdad; no sólo queremos ayudar a los alumnos, sino también a los padres de familia” ¡Órale¡ ¿acto de justicia social e igualdad?

    Si fuera un acto de justicia social, la educación seria gratuita como lo marca la constitución política; pero todo parecer indicar que la silla de ese secretario es igual que la mía, gris e incómoda o podría ser como un papel de baño de esos que piden en cada ciclo escolar. O tú qué opinas.