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    Enrique Yasser Pompeyo
    Mesa de Redacción

    Aunque las autoridades estatales de Veracruz insistan en que la inseguridad es solamente una cuestión de percepción, los hechos más recientes ocurridos en la zona norte demuestran lo contrario.

    La ejecución en Poza Rica de la activista y empresaria Zayma Zoraya Zamora García, así como la quema de vehículos en la zona de Tantoyuca por parte de integrantes de la organización Frente Nacional de Lucha por el Socialismo, son dos ejemplos de la carencia de un trabajo de inteligencia por parte del gobierno.

    A pesar de que la administración estatal intente darle otro tipo de sesgos, los acontecimientos demuestran una incapacidad para prever, atender, contener y solucionar la situación que impera en territorio veracruzano en materia de inseguridad y de inconformidad social.

    Los personajes políticos responsables están más preocupados y ocupados en otros temas con miras a las elecciones de 2024 que en atender y solucionar las demandas de los ciudadanos.

    Si no están en mítines dentro y fuera del estado, se encuentran en eventos artísticos y/o cabalgatas.

    Mientras, la crisis social, política y de seguridad escala a niveles que han generado molestia e inconformidad entre los diferentes sectores de la población.

    A casi cinco años del inicio de la autodenominada cuarta transformación en Veracruz, no se observan acciones reales ni hechos contundentes en materia de seguridad y los acontecimientos ocurridos en el norte de la entidad así lo confirman.

    Parecería que Veracruz es un estado sin ley, donde diferentes grupos, incluidos delincuenciales, operan sin restricción alguna, mientras las autoridades se encuentran pasivas, anonadadas y sin saber qué hacer o cómo actuar.

    enriquepompeyo@hotmail.com