Miguel Ángel Gómez Ruiz
Contrapunto
En Veracruz, la oposición aún no calienta motores con relación al proceso local que se efectuará en 2024 y en el que se elegirá a un nuevo gobernador y se renovará la Legislatura local.
Y no lo han hecho porque aún no son los tiempos, con todo y que quienes están en el poder se han movido por todo el estado, haciendo campaña y haciendo todo tipo de chanchullos para sacar la mayor ventaja posible.
Con un OPLE muy opaco y un gobierno que tiene a sus funcionarios, además a sus diputados locales y federales trabajando a todo ritmo haciendo campaña a favor de Claudia Sheinbaum y Rocío Nahle pareciera complicado que se les pudiese ganar el próximo año.
Pero por supuesto que sí se puede, claro que se puede y no todo parece tan complicado como otros lo ven. Para comenzar, la candidata a la presidencia, Claudia Sheinbaum es opaca, gris y no tiene el menor sentido del orden. Su antipatía hacia lo que llama derecha y contra todo aquél que no le besa los pies o se pone de rodillas es brutal. Como política y como persona, sí que es un cero a la izquierda.
Y en el caso de Rocío Nahle es evidente que ella tampoco es un dechado de virtudes, con todo y que haya gente que también le defiende –sin conocerla-. Basta con ver que no ha cumplido con el tema de la refinería “Dos Bocas” que pese a que fue inaugurada hace tiempo aún no refina nada y que en la construcción de la misma, así se dice y asegura, privilegió a los amigos cercanos a Morena, incluidos esposo y demás familiares, para otorgarles contratos muy beneficiosos.
Pero hasta ahí, tiene poca presencia y ha sido superada incluso por el diputado Sergio Gutiérrez que también es poco, o menos, pero que ha ganado algunas simpatías. Del resto, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, Eric Cisneros o quizá otros, sólo están allí para ver “qué cachan” y sigan cobrando del erario.
PAN
El PAN siempre ha sido un partido de orden. En algunos momentos hubo quien lo quiso utilizar de trampolín para escalar a nuevos puestos, pero poco a poco se ha recuperado el orden. Por lo pronto, el PAN estatal en Veracruz ya no huele a Morena, pues en algún momento su exdirigente Joaquín Guzmán Avilés y uno que otro empleado, quizá por amenazas o alguna compensación económica, trabajaron para que perdiera.
Hoy, bajo el mando de Federico Salomón, hombre serio y paciente, el partido ha cambiado y se ve a un buen sector de hombres y mujeres listos para participar.
Y vaya que los hay, en Veracruz están Miguel Ángel y Fernando Yunes. La alcaldesa de Veracruz, Paty Lobeira, el exalcalde de Boca del Río, Humberto Alonso Morelli; en Huatusco está Ramiro de la Vequia y así, en cada lugar hay panistas con una vida plena, honrada y que pueden destacar y que además, saben leer, conocen la Constitución y que bien pueden trabajar, por ejemplo, en una legislatura sin tener que hincarse ante nadie y sin negarse a rendir cuentas. Así de fácil.
Para la candidatura al gobierno de Veracruz hay varios aspirantes: José Yunes Zorrilla que ha tenido una buena trayectoria como político; el senador Julen Rementería que ha demostrado ser no sólo un buen legislador, sino también un crítico muy preciso de estos gobiernos morenistas que en lugar de avanzar, van cada vez más atrás. También está el presidente municipal de Orizaba, Juan Manuel Diez Francos que cambió por completo a esa ciudad y que es un empresario honesto y que vive bien a causa de sus negocios y que sería un magnífico candidato. No se descarta a Fernando Yunes que como senador y alcalde de Veracruz realizó buenos trabajos. Por supuesto, también su hermano Miguel Ángel Yunes Márquez sería un candidato de batalla y mucho mejor que cualquiera que pudiera enviar Morena.
Todo dependerá de cómo se conforme la alianza y que participen todos los partidos. Todos.
PD Han sido cuestionados los libros de texto que entregará la Secretaría de Educación Pública poco antes del inicio de clases. Me parece inadmisible que se trate de ideologizar a los niños con temas de izquierda y que se destaque a delincuentes y asesinos por encima de quienes trabajaron a favor de sus países. Encima, los errores ortográficos, en cuentas de matemáticas –muy escasas-, poco orden en el acomodo de ideas y dibujos reflejan un trabajo desordenado y poco ético de quienes estuvieron al frente de la realización de los libros. Corresponderá a los maestros bien avenidos, padres de familia y todos aquellos involucrados en la educación de niños y jóvenes, elaborar planes alternos para que aprendan y que, en todo caso, de estos libros se extraiga algo, aunque sea un poco, o casi nada.