Vicente Luna Hernández
Una chica está esperando el metro en la estación Miguel Hidalgo- distraída con su celular según – cuando de pronto llega un joven y la empuja a las vías y después se lanza él, es la historia de una persona enferma mentalmente, esta persona decide llevar a cabo una acción atroz y dejar este mundo de la peor manera, causando dolor a su familia y a los seres queridos de la chica víctima de su padecimiento mental ¿quién o quiénes son responsable de estos hechos?
¿La familia? ¿El Estado? ¿Quiénes son los responsables de la atención temprana, de los cuidados médicos y del seguimiento clínico de la persona enferma mentalmente? Es hora que este tema sea motivo de debate público y quienes aspiran a gobernar este país lo tengan en su agenda y como parte de sus políticas públicas en materia de salud, la salud mental debe dejar de ser tema incómodo, difícil, estigmatizado y ponerlo sobre las mesas de análisis de los partidos y de las y los candidatos en su momento.
De acuerdo a Mayo Clinic, la enfermedad mental: también denominada “trastorno de salud mental” se refiere a la amplia gama de afecciones de la salud mental, es decir, trastornos que afectan el estado de ánimo, el pensamiento y el comportamiento. Son ejemplos de enfermedad mental la depresión, los trastornos de ansiedad, los trastornos de la alimentación y los comportamientos adictivos. Según la OMS, los trastornos mentales más comunes se han incrementado en todo el mundo en los últimos años, haciendo que los expertos en el área hayan incrementado la investigación al respecto; ¿ cuáles son las enfermedades mentales más comunes? depresión, trastorno afectivo bipolar, esquizofrenia, autismo,, demencia, entre otras.
Más allá de conceptos médicos es mi interés que el tema de la salud mental en todas sus fases esté en el centro de las policías públicas que se deben implementar a nivel federal, que la sociedad se familiarice con los términos, conceptos médicos y síntomas que implican cada una de estas enfermedades, que de manera abierta y común – como la violencia y su barbarie – se platique y forme parte el vocabulario normal del México del siglo XXI.
Si bien es cierto hoy estamos ante procesos partidistas para elegir a sus futuros candidatas o candidatos a la presidencia de la república, donde están muy acotados los aspirantes para hacer propuestas de políticas públicas – aunque algunos las presentan – en su momento las o los futuros candidatos deben dar a conocer sus propuestas de gobierno de manera clara y concreta, sin generalidades, donde la mayoría de las veces dicen mucho pero ofrecen poco.
La salud mental es un tema de salud pública que – por los estigmatismos sociales – es muy privada, sin embargo, cualquier persona está propensa a padecer en algún momento de su vida un trastorno mental y el Estado debe tener la capacidad institucional de atener a plenitud esa demanda de servicios, ¿ digna de Dinamarca? Solo que sea digna de las y los mexicanos.
Después de las frivolidades que llevan a cabo, después del despilfarro en recursos económicos para su promoción, después de a ver quién se parece más a “ya sabes quién”, después de quien vendió tamales, gelatinas o de saber quién es más chairo o más fifí, en su momento la sociedad reclama y exige propuestas serias a la salud mental, la demagogia dará votos al momento pero causa calamidades después, México merece más y mejores propuestas de gobierno, es necesario que la sociedad civil organizada contribuya con propuestas concretas al debate nacional, por el bien de todos…todos los sectores sociales.
P.D.-Con el ánimo que hablar de la salud mental sea tan normal como saber que hay programas como “La casa de los famosos” con éxito…Escribiré otro día.