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    Julio Vallejo
    La línea delgada entre mi opinión y la tuya

    Que dejen toditos los libros abiertos, ha sido la orden que dio el general. Así empezaba una bella melodía de Cri-Cri “El Grillito Cantor.” Nunca deberíamos de olvidar nuestros primeros pasos dentro de un aula escolar, ya que es ahí donde aprendemos por vez primera para qué nos sirve el contenido de nuestros libros y también, por primera vez, aprendemos que la información es poder y más cuando se promueve una enseñanza humanista y científica.

    Invitar a los padres de familia a quemar los libros de texto no es la mejor solución; enseñar es la mejor manera de aprender.

    Cada que abres un libro resplandece la luz del conocimiento, dejando así ese brillo en cada uno de los ojos de los seres humanos y una armonía de paz y serenidad donde aplicarás cada aprendizaje lleno de letras. Esas letras que con ironía muchas personas dicen que “con sangre entra”, con lo cual no estoy de acuerdo. La letra no debería de entrar con sangre, sino con asombro y amor, ya que cuando aprendes aquello que amas jamás lo olvidaras rápidamente.
    Todos somos distintos.

    Cada niño tiene su tiempo y su forma de aprender. No porque lea un libro de texto gratuito quiere decir que aprenderá rápido o que esa será su formación de principio a fin. Los maestros, como los mismos padres de familia, se dan a la tarea de desprestigiar en algunas ocasiones los libros de texto, esto sin importar informarse del contexto de cada movimiento de masas y de intereses.

    Qué, somos de dónde venimos y hacia dónde vamos.

    Como padre de familia me preocupa más el saber cómo educan a mis hijos que con qué. Es decir, me importa que los docentes de mis hijos sepan identificar qué pensamientos tienen como el pensamiento crítico, analítico y el mágico. Ante todo este cambio de paradigmas en materia cultural, es preciso saber para dónde se está moviendo y cómo mis hijos en lo futuro lo van a enfrentar.

    Un maestro en la actualidad debería saber qué es aprender y qué es memorizar, porque en estos tiempos donde la información está en manos de niños y, con el uso de las nuevas herramientas, es muy peligroso que accesen a un mundo de información y no sepan cómo aplicarla o cómo la van a expresar o procesar en su cerebro.
    Los maestros en la actualidad no creo estén conscientes de la transformación de los niños en su proceso educativo. Hay muchos niños con problemas de aprendizaje pero no es precisamente por los libros, si no por la falta de identificación de los mismos, tales como dislexia, si su foco de atención está bien, entre otros.

    Formar parte de esta pequeña página es muy importante en la actualidad. No hay que dejar a un lado el abrir la mente para que haya un mejor desarrollo estudiantil. Los libros solo son guías, lo importante de este tema es saber que cada ser humano es distinto y aplicará sus conocimientos de una manera diferente, ya sea racional o irracional, dependiendo del contexto en que se encuentre. No olvidemos que todos los niños tienen sentidos para identificar diferentes situaciones donde se sienten bien y donde no.

    Aportar algo para el mundo y ser trascedente debería ser nuestra prioridad. ¿O tú qué opinas?. ¿Quemamos libros y repetimos la historia o le damos la vuelta a la página y escribimos la propia?