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    México es un país que, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social –organismo gubernamental integrado por militantes de Morena- ya tiene a 5 millones de los más de 70 millones de pobres que hay en el país, viviendo en mejor situación.

    La realidad es que las políticas de medición del Coneval no son muy abiertas o quizá, sus trabajadores recurrieron a mecanismos de entrevista con personas que, con su casa cayéndose, quizá sin ventanas o que tal vez hayan desayunado frijoles con tortillas, salieron a decir que ya no son pobres.

    Quizá el marido o dos hijos están en Estados Unidos y lo que les mandan de manera semanal ya sirve para que vivan mejor, pero es muy dudoso pensar que con el dinero que les regala el gobierno vivan mejor. El dinero regalado, comprobado, no saca a nadie de pobre, eso es seguro.

    La Coneval y el mismo gobierno ignoran a doña Alicia, mujer que tiene tres hijos, uno de ellos enfermo de sus piernas desde que nació, que sale a lavar ropa varios los días y que recibe como paga, 200 pesos y que apenas le alcanza para comprar huevos y tortillas y para pagar algo de renta y luz cada dos meses.

    No, ella no tiene celular, mucho menos sus hijos. Tampoco tiene televisión, mucho menos una pantalla plana o un estéreo para escuchar a Peso Pluma. Simplemente sale a caminar y tocar puertas en donde ya ha trabajado y puede hacerlo durante cuatro o cinco días. Sus hijas, las que sí pueden caminar no han tenido becas y Alicia no ha logrado apoyos como madre soltera. No ha querido dejar –dejar, reitero- su credencial de elector y no ha querido afiliarse a Morena. De hecho, a ningún partido.

    Y hay más casos. Hay adultos mayores que trabajaron en el campo 40 o 50 años y que al día de hoy, no han accedido al sistema de pensiones creado en el gobierno de Vicente Fox o bien, hay jóvenes que tampoco han logrado el apoyo de “Jóvenes construyendo el futuro” y todo porque han tenido que trabajar para mal comer o mal vestirse. Pero han tenido que mirar a jóvenes que no trabajan, no estudian, paseando por la calle con recursos federales y que no sólo los han recibido un año, sino que lo seguirán haciendo por lo menos, hasta que concluyan las votaciones del próximo año.

    Es decir, las becas escolares no son para todos; los recursos para jóvenes tampoco son para todos y mucho menos los recursos para madres solteras y adultos mayores. Con todo y que el gobierno federal se ha valido de recortes presupuestales, apropiación de fideicomisos, subejercicios estatales y bueno, quizá de otros recursos que no sabemos, pero lo que sí sabemos es que apenas les alcanza, con todo y que el futuro para las pensiones, de los que sí trabajaron y cotizaron luce sombrío.

    Más dramático es que, los traspiés del gobierno han afectado claramente a los más pobres. Muchos no tienen acceso a salud de ningún tipo. No sirvió el INSABI (ya desaparecido) y han visto que desde que inició esta administración en 2018 la falta de medicinas ha sido la constante. Con Seguro Social e ISSSTE que han sido sobrepasados, todos hemos visto que el servicio de salud está más próximo a parecerse a los que se dan en Yemen, que a los de Dinamarca.

    Se cometió un grave error al desaparecer el Seguro Popular, que tenía registrados a millones de mexicanos que recibían atención gratuita y que no sufría por falta de médicos o medicinas. Incluso, es muy probable que un buen número de afiliados le hayan creído a López cuando era candidato y hayan votado por él. En fin.

    Lo cierto es que hoy en el país hay muchos pobres y mucha gente en pobreza extrema y que un órgano al servicio de López diga que hay cinco millones de pobres menos es tan poco veraz como la supuesta popularidad de un presidente que tiene al país acosado por el crimen organizado.

    Cuitláhuac García

    El gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García Jiménez que obliga a reporteros a acudir a sus soporíferas ruedas de prensa, se indignó porque una juez federal anuló el proceso contra la juez Angélica Sánchez, perseguida por este gobierno. La juez, muy reconocida en la zona de Cosamaloapan por su buen trabajo, era objeto de prisión domiciliaria.

    El jueves, el gobernador (si así se le puede decir) dijo que los jueces federales interactúan o bien, están coludidos con los malos para hacer quedar mal su gobierno.

    La realidad es que el gobernador debe entender que así se detenga a Jack el Destripador, éste será inocente hasta que en un juzgado se demuestre lo contrario. Es simple, los fiscales deberán endurecer sus carpetas no solo con el hecho, sino con fechas, testimonios y todo lo necesario para encarcelarlo. De no hacerlo, simple y llanamente quedará libre, no por el gusto de los jueces, sino porque ellos se valen de pruebas, pruebas y más pruebas para darle prisión a los villanos.

    No basta que el mandatario quiera que a alguien que asesinó a otra persona de manera cruel quiera darle 200 años. Primero porque no es esa su función, sino que le corresponde a la Fiscalía General del Estado hacer un buen trabajo, pero eso hasta ahora, está muy lejos de suceder.

    Eso sí, orgulloso debe estar Cuitláhuac García de que tres adversarios (hay más, por supuesto) como Nicolás Ruiz Roset, Gregorio Gómez y Rogelio Franco Castán, perredista y amigo suyo cuando ambos estaban en el PRD, permanezcan en la cárcel, a causa de delitos insólitos que sólo él y su fiscal, Verónica Hernández, creen.

    PD De nueva cuenta, da gusto que Gladis Maldonado, magistrada que ganó un amparo federal para ser respuesta en su cargo, haya vuelto al Poder Judicial. Faltan otros, en especial Marco Antonio Lezama Moo que también ganó un amparo pero que los diputados morenistas no han querido aceptar y entraron en desacato. Sólo falta que un juez les presione con destituirlos para que entonces, viéndose con la soga al cuello, accedan a reinstalarlo.