Destacado

    Miguel Ángel Gómez Ruiz
    Contrapunto

    El domingo se realizó un evento de Claudia Sheinbaum en Xalapa. El velódromo, poco funcional y utilizado durante mucho tiempo para ocultar casos de Covid-19 fue el escenario. Caro, aunque alguien debe haber pagado la renta del lugar. Se utilizaron autobuses, camiones y autos para acarrear a personas de distintos lugares.

    Se empleó dinero público para pagar a los incautos que, casi seguramente, sin conocer a Claudia Sheinbaum, fueron hasta allí para echarle porras. Independientemente que tuvieron que acudir empleados de gobierno. Sí, por lo menos algunos conocidos en Xalapa reconocieron que fueron “invitados” a acudir a este evento.

    “No tengo ni idea de quién es Claudia Sheinbaum pero me dijeron que podía acudir o bien, desde el lunes buscar un nuevo trabajo”, comentó una joven.

    Lo mismo ocurrió en oficinas de gobierno, que en el legislativo o el Poder Judicial. La condicionante era la misma: “vas o vas”, así de fácil.

    Y encima, de los ayuntamientos cercanos al acarreo estuvo de miedo. De Jalcomulco, Coatepec, Miahuatlán, Naolinco, Acatlán, Banderilla. Todos tenían que ir a un evento para ver a una mujer sin brillo, sin personalidad arrolladora. Simplemente una persona que fue elegida –a conveniencia- por un presidente para que “busque sucederle en 2024”, aparentemente.

    Como era natural, al evento acudieron porristas, líderes de algunos barrios, empleados gubernamentales, municipales y más. De donde sea, pero les acarrearon para llenar un lugar poco utilizado.

    Lo curioso de esto es la hipocresía. El propio gobernador Cuitláhuac García dijo que los gobernadores habían acordado no asistir a esos eventos y no permitir acarreos. Pero durante la semana quedó exhibido su gobierno luego que la expanista, expriista y ahora morenista, Consuelo Thomas estuviese coordinando decenas de autobuses para llenar el velódromo, con –por lo menos- 40 personas por autobús y que vinieran desayunadas, pues ya no habría tortas y frutsis como en otros tiempos. La lana, esa la manejarían los promotores y coordinadores.

    No sólo el lugar se infestó de acarreados, sino que también ya quedó visto que en esos grupos comandados por Claudia Sheinbaum hay hombres y mujeres “dispuestos a todo”, con tal de defender a su muy segura candidata a la presidencia.

    Una reportera xalapeña fue agredida por uno de esos grupúsculos, aparentemente traídos por el presidente de Miahuatlán, Héctor Suárez Sánchez, un barbaján que quiso quedar bien comandando a varias mujeres que agredieron a la trabajadora de medios. Le quitaron su teléfono y algunas otras cosas.

    Así funciona Morena. Hemos visto a un instructor de karate herir a un joven en un Subway; a otro imbécil matar a una joven que laboraba en una carnicería en Sonora, a varias personas golpeadas por estos grupos morenistas en Monterrey y ahora, en Xalapa, otras menesterosas agredieron a una reportera. Así se comportan y hasta les parece una gracia.

    Otros morenistas cerraron sus actividades, entre ellos Marcelo Ebrard que dijo que era una opción para hacer crecer a la cuarta transformación ¡Dios mío! Del resto poco o nada hay que hablar, todos recurrieron a un acarreo descarado pues por sí solos no lograrían juntar a más de un centenar de personas.

    Aparentemente ya terminaron sus campañas. Con ellos se fueron unos 20 millones de pesos que su partido les dio para que los gastaron durante el trayecto. Cada evento y acarreo les costó mucho más. La más beneficiada fue Claudia Sheinbaum pues contó con el apoyo de una veintena de gobernadores aplaudidores que gastaron dinero público y prestaron auditorios, estadios y hasta trabajadores para llenar sus eventos, que fueron grises al por mayor.

    Y es que Claudia Sheinbaum ya no se mueve con tanta facilidad. Como esposa de Carlos Imaz tuvo la fuerza y movilidad para gastar dinero a manos llenas. A sus hijos les dotó de becas y todos los recursos posibles y ahora, hasta le consiguieron una pareja para que se aparezca en sus eventos. Todo eso ha logrado en sus casi 63 años. Pero la realidad es que no tiene simpatía. No es empática y debe ser pesado hasta para ella llegar a lugares en donde pocos le conocen. No tiene gracia. Es fría. Su voz no impacta y no parece muy ducha para responder a preguntas directas. Todo lo que le incomoda le parece una agresión. Y esa será la candidata de Morena a la presidencia.

    PD El PAN en Veracruz está activo. Muchos quieren participar y por supuesto, pueden. Lo único que se requiere es que tengan ganas de servir. No traicionar a su partido. Tener una trayectoria limpia y una buena reputación, pues Morena buscará hacerles la vida imposible, ya sea desde el gobierno o afuera, pero querrán hacerlo. Algo bueno de todo esto es que Veracruz y el país en sí, requieren gente honrada y preparada. Así es, ya no necesitamos más gente como Cazarín, Cisneros, Cuitláhuac y hasta gente que salió de tómbolas, sin preparación alguna, que apenas saben leer o escribir. Se requiere a los mejores.