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    Bernardo Gutiérrez Parra
    Desde el Café

    No era necesaria tanta rudeza cuando Beatriz ya estaba contra las cuerdas y casi en la lona. Desde que Xóchitl Gálvez irrumpió con la fuerza de un huracán en busca de la candidatura a la presidencia de la República, los bonos de la tlaxcalteca que hasta entonces iba arriba en las encuestas del Frente Amplio por México comenzaron a bajar.

    Cuando Santiago Creel renunció a la contienda interna del FAM y dio su apoyo a Xóchitl, las voces pidiendo la renuncia de Beatriz Paredes se multiplicaron y era cosa de días para que dimitiera. Pero el líder de su partido, Alejandro “Alito” Moreno, se le adelantó y la bajó de muy fea manera.

    En entrevista con Ciro Gómez Leyva, el campechano dijo algo que no debió decir (porque eso correspondía a la propia Beatriz); que las encuestas no favorecían a la abanderada del PRI y se fue de la lengua al manifestar que el proyecto del Frente Amplio por México está por encima de todos, incluso de Beatriz.

    Habilitado como puntillero Alito descabelló: “Nosotros vamos a respetar la decisión de Beatriz, pero el partido tomará su propia decisión”.

    Y la decisión del PRI que se dará a conocer hoy será que Beatriz ya no va.

    Zarandeada por todos lados la legisladora con licencia alcanzó a decir en una carta subida a las redes: “Considero conveniente, antes de que yo tome cualquier decisión, conocer los resultados de las encuestas que mandó a hacer el Comité Organizador del Frente Amplio por México, que son las únicas encuestas válidas para el efecto de incidir en la definición de la Coordinación del Frente”.

    Pero se mueva para donde se mueva la señora ya no va porque desde que llegó Xóchitl estaba condenada a la derrota.

    Más política y pragmática que la hidalguense, Beatriz Paredes pertenece a la añeja escuela de Luis Echeverría con quien comenzó su carrera política siendo casi una adolescente. Cuando anunció su intención de contender por la presidencia, se posicionó como la mejor carta del FAM, pero sin posibilidades de triunfo ante la aplanadora de Morena.

    Con Xóchitl las cosas pintan muy diferente. Carismática, entrona, contestataria, profesionista, empresaria exitosa, feminista e indigenista (esto de nacencia porque es indígena otomí), partidaria de las energías limpias, causante de los insomnios de Andrés Manuel y seguidora del Cruz Azul (algún defecto debía tener), la hidalguense es la mejor carta del FAM y con posibilidades de alzarse con el triunfo en el 2024.

    En contrapunto; Beatriz es dueña de un discurso añejo que ya no empata con el México actual y nada tiene que hacer frente a Xóchitl. Esto debió intuirlo porque uno de sus cercanos me aseguró que pensaba completar su recorrido como aspirante a la candidatura y tras conocer el resultado de las encuestas levantarle la mano a la Gálvez, pero no la dejaron llegar.

    Alito la bajó groseramente de la contienda y con ese bajón, una carrera de más de 50 años en la política llegó a su punto final.

    Aguas con las fracturas en Morena

    Atención morenas, morenos y quienes dirigen al partido guinda; por el bien de los militantes y de la cúpula en el poder, las fracturas al interior de Morena necesitan curarse y cicatrizar, de lo contrario les va a ir como en feria en el 2024.

    Las giras de las seis corcholatas en busca de la candidatura a la presidencia de la República han concluido. Pero por los caprichos de unos cuantos, las divisiones de los bandos políticos fueron evidentes y las fracturas salieron a relucir en un proceso que debió mantenerlos unidos.

    Eleazar Guerrero tendrá que mantener la unidad al interior de su organización, de lo contrario, corre el riesgo de que muchos empleados lo traicionen bajo la consigna de que no serán tomados en cuenta en la siguiente administración y únicamente los utilizan de relleno en los eventos a los que asisten.

    Lo mismo va para Cazarín y Zenyazen y el mismo Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, quien se vio muy mesurado e incluso avasallado por sus compañeros de partido en la búsqueda de obtener el control político en Veracruz.

    Y ya que hablo de Eric Cisneros, es importante mencionar a Yair Ademar Domínguez, quien resultó severamente herido por los embates que se dieron por la coordinación de Claudia Sheinbaum. Aquí hay que resaltar la templanza del joven político, pues a pesar de la golpiza mediática, llamó a la unidad de Morena consciente de que todos necesitan de todos si quieren el triunfo en el próximo proceso electoral.

    Pero las cosas se pueden salir de control, lector, porque mientras unos llaman a la unidad, otros buscan unirse para su propio beneficio. Y los dañados colateralmente serán los ciudadanos que apoyan a ese partido y los simpatizantes de ese movimiento.

    Que conste, sobre aviso no hay engaño.

    bernardogup@hotmail.com