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    Salvador Muñoz
    Los Políticos

    El reciente proceso interno de Morena que dio luz a lo que todos ya sabíamos, que #EsClaudia, evidencia dos detalles interesantes que deben ser tomados como una lección política, ya sea para afinar detalles o evitar Marcelazos como el que nos despertó este lunes… aunque de cierto modo, se esperaba como un temblor en septiembre… no sabíamos a qué escala, pero lo estábamos esperando.


    El primer detalle es que, a sabiendas de que Morena habría de implementar las encuestas abiertas para la selección de su candidato, los Claudistas se movieron a manera de ir colocando en el imaginario colectivo el nombre de su Corcholata, y de repente, las paredes, traseros de autobuses y espectaculares se llenaron de #EsClaudia…
    Este fue el detalle por decirlo de alguna manera, positivo en quienes apostaron en Sheinbaum para hacerla candidata, independientemente del “dedazo presidencial”…
    El segundo detalle que no se tomó en cuenta… en una contienda y más por la candidatura a la Presidencia de la República, es evidente que habrá “heridos”, sea por el orgullo, sea porque los dados no fueron a su favor, porque pide la intervención del VAR y no lo pelan, por que no sabe perder o peor, no sabe ganar, etcétera… estas variantes no fueron tomadas en cuenta por Morena lo que da paso a la Operación Cicatriz, que se llega a ella por la falta de sensibilidad de alguna de las partes involucradas en el Proceso… o de todas.
    Es claro que los participantes debieron leer las reglas y seguirlas al pie de la letra… ¿pero alguien se tomó la molestia, desde el Presidente del Partido hasta el mismo Presidente López Obrador, de recordarles “las reglas no escritas”?
    ¿Y qué se aprende de esto? Morena está en el mejor escenario para afinar esa toma de decisiones pero ahora con los nueve estados en donde se han de disputar también gubernaturas.
    Si han de jugar a la democracia, con encuestas si quieren o porque así lo mandata su reglamento interno, tendrán que evitar a toda costa, otro Marcelazo…
    Pongamos el ejemplo de Veracruz con Morena aplicando el mismo trauma que el de Claudia Sheinbaum:
    ¿Alguien tiene duda de que en Veracruz, un alto porcentaje de morenos están a favor de que sea Rocío Nahle su candidata este 2024?
    Eso no impide que haya uno o dos con aspiraciones a dicha candidatura… pongamos ejemplos: Sergio Gutiérrez Luna, Manuel Huerta y Eric Cisneros Burgos. Zenyazen con una foto al lado de Rocío Nahle se bajó de la contienda. Por allí sacaron al diputado Ramón Díaz Avila por el PT. Entonces, podríamos hablar de que tenemos acompañando a Rocío Nahle a cuatro contendientes más.
    ¿Qué hay que hacer? Algo muy simple antes de pensar en las encuestas y por ende, evitar la Operación Cicatriz: Llegar a acuerdos.
    Por supuesto, acuerdos razonables, acordes con cada sapo… es decir, no puedes pedir la mitad del pastel sin ser el festejado… te toca un cacho y en una de ésas, hasta te dé para repetir, pero pedir para llevar… ¡no!
    A Morena, en este caso Veracruz, le urge un Acuerdo por parte de las partes involucradas o que se quieren involucrar en el proceso de designación de candidato… o más bien, candidata.
    Sentarse a la mesa y reconocer que no hay otra, #EsChío, sería un primer paso; el segundo, asomarse a los escaños, a las curules locales y federales y en una de ésas, hasta cargos de Gobierno, pero insisto: cada cacho de pastel, en su justa dimensión… porque si bien, todos suman porque es evidente que tienen con qué, el orgullo, la soberbia, resta y divide…
    Morena está a tiempo para evitar un Marcelazo en Veracruz.