Vicente Luna Hernández
De manera continua somos testigos como deambulan por las calles de la ciudad de Xalapa y de cualquier parte del país, hombres, mujeres y niños sin rumbo fijo y en precarias condiciones de salud, de higiene y económicas, estas personas caminan en busca de una esperanza que muchas de las veces, no encuentran, buscan una luz en ciudades oscuras y esperan que las autoridades de los 3 órdenes de gobierno oigan sus lamentos y gritos de socorro, sin embargo, solo encuentran oídos sordos ¿ quién habla por ellos?
Muchas de estas personas padecen alguna enfermedad de salud mental, hay que decirlo con toda crudeza, son un peligro para los demás, ¿este tema está en los discursos de las y los aspirantes a la presidencia de la república? ¿Quién debe ser responsable del cuidado, tratamiento y alimentación de estas personas? Considero que el Estado, al ser hijos de México también tienen derecho a obtener beneficios de los recursos naturales y de las riquezas del país- ante tantas obras magnas – misma riqueza que hoy que no hay ya corrupción debe ser canalizada también para la atención de este sector de la sociedad.
Es cierto que algunas de estas personas tienen familiares pero también es cierto, que ante estas circunstancias, los familiares cercanos se vuelven lejanos y los lejanos simplemente desaparecen, ¿puede hacer algo por ellas y ellos el humanismo mexicano? ¿Quién habla de ellas y ellos? ¿Nadie los ve y nadie los oye? Lo cierto que es hora que México atienda y les de respiro a las personas en situación de calle y a las que requieren tratamiento psicológico, seguramente algo podrá hacer el Estado en beneficio de ellos y de la sociedad en general, México no puede seguir volteando a otro lado y creer que el país es feliz, feliz, feliz.
El próximo 10 de octubre se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental, con la finalidad de concientizar a la población mundial sobre el tema. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mitad de las enfermedades mentales comienzan a partir de los 14 años, pero la mayoría de los casos no son detectados, y mucho menos tratados, ¿cuál es la realidad en México?
Datos de la Secretaria de Salud del Gobierno Federal estiman que existen alrededor de 15 millones de personas que padecen algún trastorno mental en México ( secretaría de salud de la ciudad de México, «salud mental» 2020), en Abril del 2022 se reformo la Ley General de Salud y por primera vez en la historia del país, se dejó de lado a los psiquiátricos para reconocer que la atención a la salud metal debe ser universal y apegada a los derechos humanos, en México existen 33 hospitales psiquiátricos y el 60% se ubica en las 3 ciudades más grandes, es decir, no están distribuidos de forma equitativa ni focalizada, ¿la transformación llegará a este sector de población? gane quien gane en el 2024 este tema debe estar en toda las mesas de análisis de las y los aspirantes presidenciales.
Lo cierto es que la atención mental debe estar en la Red primaria de atención de la salud, al tener una infección estomacal, se acude al centro de salud más cercano pero eso no existe en temas de salud mental, su atención está en hospitales de tercer nivel, como los siquiátricos ¿qué sucede con la persona con pasa por un estado de ansiedad aguda? ¿A qué hospital ira? es necesario que médicos especialistas en salud mental atiendan en cualquier clínica u hospital del país, tal como si fuera de atención general, ¿acaso no son hijos de México las personas con estos padecimientos?
En el Estado de Veracruz se cuenta con solo 2 hospitales para atención mental, uno es el Instituto Veracruzano de Salud Mental «Dr. Rafael Velasco Fernández» ubicado en el cerro de Macuiltepec en la ciudad de Xalapa y otro el Hospital Psiquiátrico ubicado en Orizaba, para un Estado ubicado en el 4 lugar en número de habitantes – más de 8 millones – y con la riqueza en recursos naturales que presume, es insuficiente el número de hospitales especializados en atención mental ¿ quién tomara la bandera de la salud mental en Veracruz?
P.D.-Con el ánimo que verdaderos temas de interés se pongan en las mesas de análisis en la clase política aunque muchos no tengan clase – …Escribiré otro día.