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    Julio Vallejo
    La línea delgada entre mi opinión y la tuya

    ¿Sabías que las personas que tienen una mentalidad positiva sobre el envejecimiento, viven siete años y medio más qué las que tienen una mentalidad negativa?

    Por salud, placer y entretenimiento, salgo a correr en las mañanas. Me indica que estoy vivo y me hace entrar en contacto con la naturaleza, incluido uno que otro baño de smog de algún camión que transita por las calles de nuestra capital Xalapa.

    El entusiasmo por salir a correr se me vino abajo después de trotar tres de diez kilómetros, que eran el objetivo. Sentí una desconexión del cuerpo con la mente. La energía se me acababa a cada paso. No eran tanto mis piernas, sino la mente que me ordenaba parar.

    No era el sudor del cansancio, sino las lágrimas del coraje lo que brotaba por los poros de la piel por haber dimitido.

    En ese momento pensé en el tiempo que marca el reloj de la vida, ese que no lo puedes detener, ese que va poniéndote canas y arrugas en la piel, ese que no perdona nada y curvea la espalda a la hora de caminar cada día más lento.

    En la vida solo existen dos tipos de sufrimientos: el físico y el mental. Trabajar en los pensamientos negativos, sin perder la realidad de las cosas que nos pasan día a día, llámense problemas, emociones o simplemente alguna enfermedad, nos conduce a encontrar una solución. La única salida es hacia nuestro interior. ¡Siempre se puede!

    Por eso hay que empezar a generar un pensamiento positivo y escribir qué vida queremos tener después de resetearnos.

    Los miedos o retos no logrados nos pueden hacer mucho daño, así como todos aquellos problemas sin resolver que se transforman en topes enormes en la carretera de nuestra vida.

    La vejez solo está en la piel. Saldré nuevamente a vencerla y a demostrarle que mente y cuerpo nacieron juntos, binomio indisoluble para tener una vida larga y sana y así enfrentar el reto de correr un maratón.

    ¿Y a ti cuántas veces te ha vencido tu mente? ¿Cuántas veces te ha dicho que no puedes?

    O peor aún, ¿cuántas veces te genera ira, arrepentimiento, envidia, ansiedad y toda aquella negatividad que impide seas feliz y puedas lograr tus objetivos?