Mar de León
Minuto
El abuso infantil, el abandono y los castigos duros (que no sirven más que para torturar criaturas) pueden hacer que una persona desarrolle una conducta pasivo-agresiva. También la baja autoestima es una relevante causa de este tipo de comportamientos.
Algunas enfermedades mentales pueden tener síntomas que son confundidos con comportamiento pasivo-agresivo, es decir, agredir de manera discreta a alguien, sin que los demás se den cuenta o lo noten, aunque presencien el daño mientras está siendo llevado a cabo…
El comportamiento de la agresividad pasiva puede ser un síntoma de algunos trastornos de personalidad. Las circunstancias que causan las conductas agresivas incluyen varios trastornos de personalidad, como el trastorno de personalidad limítrofe (TPL) o el trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH).
Otros trastornos como el conductual, el negativo-desafiante, el bipolar, el esquizo-típico de la personalidad, desórdenes de ansiedad, estrés y la esquizofrenia -aunque sólo es un aspecto de estos trastornos y no el síntoma principal- también contribuyen a que una persona desarrolle agresiones pasivas. El abuso de alcohol y la abstinencia de la cocaína (en quienes son adictos a esta sustancia) son otras causas que llevan a los individuos a esta actitud.
Algunas personas con depresión pueden exponer el comportamiento pasivo-agresivo como una manera de expresar su frustración, ira o decepción. La ansiedad también puede llevar al comportamiento pasivo-agresivo en un intento de evitar confrontaciones directas o lidiar con sentimientos de inseguridad.
Quienes tienen baja autoestima pueden llegar a usar tácticas pasivo-agresivas como una manera de sentir seguridad indirectamente porque se sienten incómodos de hacerlo directamente.
Algunas veces la agresividad pasiva puede ser una respuesta habitual aprendida a ciertos conflictos o factores que fácilmente alteran el orden en la vida de una persona.
¿Cómo verificar que alguien está siendo agresivo pasivamente? Las características son, por ejemplo, criticar o protestar frecuentemente, estar enojado o irritable sin razón, aplazar actividades o ser olvidadizo, realizar tareas de manera ineficiente, actuar con hostilidad o cinismo, actuar con obstinación, culpar a otras personas de lo que nosotros hacemos, quejarse por ser menospreciado y mostrar resentimiento por las exigencias de los demás.
Y existen varias alternativas que se pueden aplicar, dependiendo de cómo sea expresado el comportamiento en cuestión. Por ejemplo, si estás tratando con alguien que está saboteando tu trabajo, es prudente llevar un registro o diario de cada comportamiento que tuvo (o no tuvo), junto con una descripción de cómo su comportamiento sabotea tu plan o proyecto. Se debe ser específico e incluir fechas y horas en los registros.
Confrontar a una persona frente a un supervisor (o testigo) le demostrará a la persona pasivo-agresiva que sus comportamientos no serán tolerados, y principalmente, terminarán enfocándose en alguien más, lamentablemente.
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