Alberto Silva Ramos
Con frecuencia, en las reuniones sociales o tertulias familiares se comentan y discuten, no con poca pasión, los retos y faltantes que nuestro país tiene y que habrá de dominara el accionar del próximo gobierno.
Estos 5 temas habrán de ser analizados y consumirán rápidamente el bono democrático de la próxima administración que iniciara funciones en 2024. Nos encontraremos en medio de un debate nacional atrapado entre la modernidad y viejas ataduras estructurales, cuya solución, ya no admite postergación alguna:
- La crisis migratoria: la presión ejercida por los flujos incesantes de personas de países del área centro y sudamericana en la frontera sur de México es ya imposible de administrar, y se ha convertido en un tema humanitario que no puede extenderse más tiempo. Que decir de los asentamientos que existen ya en los principales puntos fronterizos con los Estados Unidos. Sin recursos, ni acuerdos multilaterales, será necesaria esperar el desenlace electoral en los Estados Unidos, donde este tema dominará gran parte de la agenda de los candidatos. México debe invertir en infraestructura fronteriza como nunca, a la vez que reformula su política migratoria para ponerla al día de los nuevos flujos migratorios que llegaron para quedarse por los menos en la próxima década.
- Una Reforma Educativa de gran calado que responda al reto tecnológico y de constante cambio de la mano de obra que se experimenta en México y el mundo a partir del uso de la inteligencia artificial, el nearshoring, el home office y las nuevas tendencias que han llegado para quedarse en una suerte de revolución tecnológica, que tiende a eficientar la producción, desplazando mano de obra, o bien de nuevas oportunidades de comercio que estarán desarrollándose en las próximas décadas. El modelo mexicano en materia de educación debe cambiar rápidamente.
- Justicia y Estado de Derecho Este es quizá el tema que ocupa el primer lugar en las preocupaciones de las y los mexicanos de todos los segmentos, ideologías y estratos sociales. Desaparecidos, secuestros, carencia de una policía científica, nula coordinación entre policías municipales, estatales y federales, una dudosa participación de las fuerzas armadas en labores de seguridad y una tasa de impunidad de casi el 90 por ciento en delitos graves, da forma a un drama que asemeja una pesadilla. Un gran acuerdo para combatir y la inseguridad y reordenar el aparato de procuración de justicia resulta fundamental en los años por venir. Sin este punto todos los demás no tienen la mayor relevancia.
- La pobreza y desigualdad Con casi el 40 por ciento de su población en condición de pobreza, México debe llevar su estrategia a otro nivel que le permita no solo destinar recursos a los grupos vulnerables y combatir las condiciones de desigualdad, sino vincular estas soluciones a los accesos a la salud y al combate a la inseguridad como un gran tridente que busque insertar a nuestro país en un nuevo modelos de naciones emergentes que aprovecen tecnología, recursos y mano de obra calificada para buscar revertir la actual situación focalizada en los estados del sur sureste pero con picos porcentuales más que relevantes importantes en el centro del país.
- Salud 50.4 millones de Mexicanos carece de servicios de salud, según datos del CONEVAL. Nuestra infraestructura hospitalaria y los frecuentes recortes al sector han propiciado una crisis brutal en el acceso al sistema de salud cuyos alcances podríamos ver muy pronto reflejada en cifras que incrementen la mortandad a lo largo del territorio nacional. La peor pesadilla que podría presentarse hoy en nuestro país seria una nueva pandemia con nuevas características la cual de cara a los que parece ser un invierno cruento acelerara las defunciones relacionadas a la influenza, y junto a la carencia evidente de medicamentos puede provocar una crisis en el sector como no hemos visto. La reforma al sistema de salud se vuelve esencial.
A estos cinco temas podríamos añadir muchos más, pero estos se vuelven esenciales en el marco de un escenario en donde las mayorías calificadas en el Congreso difícilmente se verán y donde los acuerdos en temas fundamentales serán esenciales. Suerte Claudia, suerte, Manuel.