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    José Luis Enríquez Ambell

    Café de Mañana

    En términos de economía y estadística, nuestro país, a decir de mediciones internacionales, nos aseguran es una de las naciones altamente consumidora de tecnología de vigilancia en las recientes dos décadas.

    Y algo debe o puede haber de cierto, que en años recientes ha circulado información en torno a empresas de software y equipamiento espía con tecnología de vigilancia a gobiernos y entidades públicas de varios niveles.

    Incluso, se ha sabido o difundido que hackean misteriosamente las comunicaciones igual de dependencias de gobierno que de empresas del universo privado.

    Hasta pareciera una obsesión en el país desde algunas oficinas públicas – del orden de la seguridad pública y procuración de justicia, sin ser las únicas – por espiar a los ciudadanos, e incluso en mayor escala que como se decía que era durante los primeros 70 años de gobierno unipartidista.

    «La intromisión en la intimidad se convierte en inseguridad o seguridad ilegal» o dicho de otra forma: “hay pájaros en el alambre».

    En presupuestos públicos se ha considerado la adquisición de programas de inteligencia que incluye la geolocalización de celulares y análisis de datos masivos, y empresas nacionales y de origen extranjero han venido resultando algunas proveedoras en materia de ciberespionaje y no sólo solo en el gobierno federal, estados y órganos autónomos sino también en personas físicas y morales.

    Y es que al ser información pública lo que las entidades de gobierno adquieren, es a través de los portales de transparencia en algunos casos, que nos enteramos de millonarios contratos – en dólares algunas veces – y dónde aparecen las firmas Neolinx, Hacking Tem, NSO Group,- unas de nacionalidad italiana, israelí o mexicanas,- entre otras, pero todas proveedoras en la materia de ciberespionaje y creadoras de software en la materia, y que al final de cuentas suelen negar sea verdad.

    DE SOBREMESA

    Hoy, más que nunca, la elección presidencial y 9 jornadas locales en igual número de estados del país – Ciudad de México, Chiapas, Guanajuato, Jalisco. Morelos, Puebla, Tabasco, Veracruz y Yucatán – son parte del ciberespionaje electoral y político, sin descontar a ciudades referentes en la arena del 2 de junio del 2024, pues su tamaño en términos de sufragios son mercado atractivo para la operación «pájaros en el alambre».

    UN CAFÉ CON DOBLE CARGA

    Así pues, políticos y empresarios – mujeres y hombres – se sienten monitoreados por personal judicial y de seguridad pública en su conjunto en varios sitios de México. Y sea verdad o no, lo cierto es que el ciberespionaje podría ser esta ocasión un elemento o herramienta muy fuerte en el cuadrilátero de la sucesión venidera.

    UN CAFÉ DE OLLA DE BARRO

    Por lo pronto, la Fiscalía General de la República (FGR) y su titular, el Maestro Alejandro Gertz Manero, y la Fiscal de la Cdmx, Ernestina Godoy así como, los y las Fiscales en Estados donde habrá elecciones locales en 2024 – hay la sospecha y creencia – que ya son parte de la jornada que nació judicializada por el llamado espionaje telefónico o ciberespionaje, aunque no sea ésta, la única forma de espiar fuera de la legalidad.

    UN CAFÉ CON CON CANELA Y PANELA

    «Daños ambientales» por aquello del «ambiente político» parece haber dejado este fin de semana la agenda de Morena en Veracruz.

    UN CAFÉ NEGRO VERACRUZANO PA’ LLEVAR

    En ocasión de mi cumpleaños, valoro y aprecio todos los mensajes de felicitación y oraciones expresadas, suplicando a Dios que pague con bendiciones a todos la bondad de brindarme su tiempo a través de testimonios que son una joya inmensa para un servidor.

    ¡ ES CUANTO !

    José Luis Enríquez Ambell
    enamjl62@gmail.com; enriquezambell@gmail.com
    Secretario General de la Federación Auténtica de Trabajadores del Estado de Veracruz (FATEV – JLEG) Registro Federal del Trabajo # 5844 y Director General de la Consultoría y Asesoría Integral AECAI Torre Ánimas en Xalapa, Ver.