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    Vicente Luna Hernández

    Entre quedarse en un partido político – en este caso morena, partido verde o PT –  o decidir buscar  espacios en otra fuerza política hay una diferencia: ser inteligente o un vulgar ambicioso, – es el pensamiento en Palacio Nacional –  los que han cambiado de camiseta partidista durante este sexenio ¿son unos ambiciosos vulgares? ¿Los que han cambiado de camiseta durante su trayectoria política, son unos politiqueros, arribistas o grillos? ¿Cuantos políticos que hoy gozan de las mieles de poder les queda la etiqueta? ¿Ante la cerrazón de las elites partidistas se debe uno quedar callado como momias? ¿Ante las ambiciones vulgares de las dirigencias partidistas se debe actuar con sumisión y silencio? Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra.

    En política nadie tiene la verdad absoluta, cada quien habla de acuerdo a sus circunstancias y trabajo político, cada quien trae su propia historia y quien hoy al ser favorecido defiende con vehemencia un partido mañana – al no ser elegido – se caracteriza por denostar ese color y sin ningún rubor ni vergüenza presume otra camiseta, ¿son del mismo linaje aquellos que se han enriquecido bajo los colores de un partido y aquellos que buscan más y mejores oportunidades en la política? ¿Acaso se vale que los revuelvan en el mismo costal? ¿La tenacidad, la perseverancia y la lucha por un proyecto es sinónimo de una ambición vulgar?

    ¿Acaso permitir pisotear los derechos políticos y la trayectoria partidista por parte de un dirigente – por mucha popularidad que presuma – significa que la víctima es inteligente? aquellos opositores que han aceptado una embajada o formar parte del actual gobierno ¿en qué canasta entran? ¿El patriotismo, el amor al pueblo  solo tiene un color partidista? ¿Cuál es el poder divino que se presume para etiquetar  – de acuerdo a intereses personales – quien es vulgar ambicioso y quien es inteligente? ¿Quién es traidor a la patria y quién no? En un país como México con 126 millones de habitantes ¿el pueblo tiene un solo color partidista? ¿Solo hay pueblo bueno y sabio si se sigue una sola voz? Que nadie presuma tener la verdad absoluta, el pueblo es bueno y sabio para decidir quién es patriota y quien solo es un embustero profesional.

    En Expresión Democrática apostamos por el respeto a los que piensan diferente, no hay diferencias irreconciliables, apostamos por una contienda electoral con propuestas a los grandes retos de Veracruz y del país, apostamos por convencer con argumentos y con razones, quienes no piensan de la misma manera que nosotros merecen todo nuestro respeto, no se trata de ser amigos de mano, se trata de sumar esfuerzos en proyectos comunes, se trata de sumar capacidades en beneficios colectivos, todos tenemos algo que aportar a favor de un país mejor, no se trata de una lucha de clases sociales ni de quien ofende más al prójimo, ¿ acaso ofendiendo al que piensa diferente se logran sumar votos? ¿Acaso sumando a quien ayer se señalaba de corrupto se olvidan los agravios? ¿Presumiendo de repartir calificativos despectivos al adversario electoral se fortalece una campaña y se beneficia al país? ¿Acaso no hay decencia política en una contienda electoral? ¿Quién gana con una polarización social paseándose por México?

    La realidad es que en todos los partidos políticos hay personas valiosas, lo cierto es que los principios y estatutos de todos los partidos hablan de las bondades de la política, lo cierto es que los partidos políticos demuestran su grandeza al postular a sus mejores mujeres y hombres, ningún partido es dueño de la voluntad personal del individuo mucho menos ningún dirigente político, la historia nos ha enseñado lo dañino a las instituciones el país de un solo hombre o una sola mujer, nuestro sistema político no es régimen totalitario, endeble pero la democracia aún respira en México.

    Por el bien de todos apuesto a una campaña electoral con respeto, con ideas, con programas de gobierno en beneficio de todas las clases sociales, con políticas públicas que atiendan todos los sectores productivos el país y sobretodo, que no sea un show de cínicos en su máxima expresión, ¿acaso México no merece elevar el nivel de debates en la contienda electoral? 

    Lo cierto es que en todos los partidos hay inteligentes y vulgares ambiciosos.

    P.D.- Con el ánimo que el impulso al deporte sea una política de Estado, la salud mental se atienda desde sus primeros síntomas y la certeza jurídica y seguridad pública en el transporte público sea parte de la agenda de propuestas de las y los aspirantes a un cargo de elección popular…Escribiré otro día.