José Luis Ortega Vidal
Claroscuros
(1)
Uno de los problemas políticos de gran calado herencia de Andrés Manuel López Obrador a México, será no haber preparado su relevo desde la perspectiva de lo más conveniente sino desde lo más convincente.
(2)
Llegaremos a diciembre con una Claudia Sheinbaum debilitada al poseer un bastón sin mando, pero acuerpada por el poderoso equipo de su partido: MORENA; es decir bajo el manto de protección de su líder y creador, el presidente que realmente maneja el partido junto al gobierno.
(3)
Poderoso al grado de la exageración, al creador de la 4T o Cuarta Transformación sólo lo frena el tiempo.
En lo personal, estoy convencido de los afanes irrefrenables de mantenerse en el poder que alimentan al presidente mexicano, quien habría modificado la Constitución y estaría en la búsqueda de su reelección de no padecer problemas serios de salud propios de su edad y la intensidad de su vida.
(4)
Uno de los elementos que animan tal convicción surge desde la elección local en el estado de México, en junio pasado, donde la profesora Delfina Gómez Álvarez se convirtió en gobernadora.
La derrota del PRI en la entidad con el mayor número de votantes del país, donde el partido tricolor no había perdido nunca, y desde la cual surgió el Grupo Atlacomulco -acaso la más poderosa mafia política del priato- marcó el inicio anticipado del proceso electoral del 2024.
La derrota del PRI fue posible por la traición de Alfredo del Mazo al partido de sus ancestros, en su calidad de último de los dinosaurios.
Ese detalle, el de la traición del gobernador mexiquense, queda para la historia dada la diferencia de votos entre la morenista triunfadora -Delfina Gómez- y la priista derrotada -Alejandra del Moral Vela-.
52.7 de los votantes mexiquenses apoyaron a la abanderada de MORENA/PT/PVEM contra 45.3 que sufragaron por la candidata del PRI/PAN/PRD.
La diferencia no fue aplastante a pesar de que el gobierno del estado retiró su apoyo a del Moral Vela, mientras el aparato del gobierno federal sumado al de gobiernos estatales, canalizó recursos humanos, financieros y materiales sin medida para asegurar el triunfo de Gómez Álvarez.
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Traición es traición, pero de no haber bajado la guardia Alfredo del Mazo viviría hoy en calidad de prófugo, perseguido por la todopoderosa mano de su enemigo tabasqueño, al que prefirió entregar la plaza a cambio de impunidad.
Como otros gobernantes, ex presidentes, empresarios de élite, periodistas, líderes partidistas, legisladores, los mafiosos del grupo Atlacomulco entendieron que Andrés Manuel López Obrador -a diferencia de Vicente Fox y Felipe Calderón, los dos expresidentes no priistas- es una auténtica máquina de construcción y destrucción política.
AMLO ha luchado toda su vida para acceder al poder presidencial y una vez lograda la meta su visión de la justicia es draconiana, su ejercicio de control sobre el aparato de gobierno es vertical y unipersonal…
Ideológicamente se asume a sí mismo como un Ser omnímodo y omnisciente, amén de montar en su sentido pragmático del poder la gran mayoría de sus decisiones, algunas inteligentes y valiosas -producto de una experiencia política sólida- y otras meras ocurrencias fallidas a menudo muy costosas para la nación.
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Ha sido AMLO quien arrebató el poder al grupo Atlacomulco y ha sido Alfredo del Mazo quien enterró al partido creado en 1929 por Plutarco Elías Calles, cuyo nombre se recuerda de forma inevitable los días que corren.
Ambos, Elías Calles y López Obrador, crearon un partido que manejaron a su antojo; los dos marcaron el devenir histórico del país desde su particular visión sobre lo que debería ser y hacerse; ambos controlaron partido, gobierno, y clase política de cara a la sucesión presidencial.
Como “El Maximato”, define la historia al periodo callista prolongado vía el control de sus relevos en la silla del águila y la serpiente…
Segundo piso de la cuarta transformación se denomina la continuidad del proyecto creado por Andrés Manuel:
En lo macroeconómico, el retorno al estatismo en el ramo energético y la disciplina neoliberal en el manejo del mercado local y de relaciones con el extranjero, sobre todo Estados Unidos y Canadá vía el TMEC…
En lo político, dos poderes, el legislativo y el ejecutivo, bajo el mando de este último; al tiempo de apostar al control del próximo Congreso de la Unión para darle a Claudia lo que no obtuvo Andrés Manuel: el mando sobre un tercer poder, el judicial.
En lo social/electoral, la apuesta por obtener votos mediante la asignación de recursos económicos directos a la población en general, pero a los sectores pobres en particular…
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El discurso de Claudia Sheinbaum -en Veracruz coincide con el discurso de Rocío Nahle- consiste casi totalmente en defender todo lo hecho durante el actual sexenio y prometer la continuidad, a pie juntillas, de sus planes, programas y políticas de Estado.
No toca hasta el momento -dato importante- el tema del poder militar, de la guerra contra el crimen organizado, de la lucha frente al tráfico de drogas; la cruenta realidad de la violencia in crescendo, los desaparecidos, los migrantes, el tráfico humano, entre otros.
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La abdicación del poder del grupo Atlacomulco y el triunfo morenista en el estado de México el domingo 4 de junio pasado, marcaron el inicio de la pseudo competencia corcholatera.
Lo de las corcholatas fue estratagema para dar legitimidad a la figura de la doctora Sheinbaum; propósito no cumplido hasta hoy.
Claudia es, pero su precandidatura no resultó de acciones democráticas y tal hecho ya quedó registrado en la memoria colectiva.
Claudia es, pero sólo porta un bastón sin mando y tal circunstancia remite de inmediato al callismo.
Este conjunto de acontecimientos, coyunturas, circunstancias, manejos del poder con Andrés Manuel López Obrador como el gran director de orquesta, nos remite al papel de la oposición.
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Cierro esta parte de una reflexión obligada tras el inicio formal de las precampañas, con una perogrullada: si la elección presidencial fuera en diciembre, Xóchitl haría el ridículo, Claudia Sheinbaum ganaría una ampliación del bastón, pero seguiría sin mando, y AMLO cumpliría el sueño de su vida que nunca nos contó antes del 2018: seguir mandando más allá de la regla por la que Francisco I. Madero luchó y murió.
(10)
Lo más conveniente para México es la democracia…
Lo más convincente para Andrés Manuel es que López Obrador garantice su continuidad en el poder…