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    Miguel Ángel Gómez Ruiz
    Contrapunto

    Aunque algunas personas, entre ellas Claudia Sheinbaum, ya andan en campaña producto de la desesperación, otros partidos aún guardan la calma pese a las críticas de los medios, que parecieran no tener otra cosa qué hacer sino, hablar del proceso electoral de 2024 y más aún, entregados a la izquierda. Proceso que, por cierto, será muy disputado y dirimido en gran parte, en tribunales.

    Los mexicanos tenemos un deber, no para complacer a una persona, sino para rescatar al país de la sumisión, de la torpeza, de la irresponsabilidad y del culto a la imagen en que se convirtió tras la ascensión al poder de un hombre que nunca estuvo preparado para ello, el presidente López.

    Y es que es preocupante que senadores, diputados federales, gobernadores y titulares de muchos organismos autónomos trabajen y se preocupen más por complacer a un presidente, que trabajar por un país mejor.

    Peor aún, está el riesgo de que la Suprema Corte de Justicia y el Tribunal electoral pasen a manos de incondicionales del presidente, que llegarán para complacerle antes que aplicar la ley.

    Y en eso se ha convertido el país, casi en un juguete para que un solo hombre tome decisiones a su conveniencia. No hablemos de corrupción –que la hay y eso lo reconoció él mismo- sino de acciones perversas para hacer lo que quiere, poniendo en vilo a lo que él llama “el pueblo” para que toda la responsabilidad la asuma quien le puso al frente como presidente.

    El próximo año será clave para frenar el avance de una izquierda que paralizó al país y le hundió en manos de la delincuencia y sobre todo, en estados que son gobernados por sus incondicionales.

    Porque es algo que aunque suene repetitivo ahí está, el crecimiento y dominio del crimen organizado, la falta de atención médica y la ausencia de medicamentos sobre todo de especialidades, el nulo crecimiento económico y la crisis en la que estamos sumidos los mexicanos, con cifras de más de 60 millones de pobres y muchos de ellos, en pobreza extrema.

    Peor aún, los grupos aliados de este gobierno sin ningún tapujo aumentan los precios sin que se les ponga freno: el pan embolsado, los refrescos, las golosinas y todo ello, en alianza con los dueños de supermercados que hace que ni siquiera alcance para una despensa completa.

    Más dramático que muchos mexicanos, sin empleo formal, se tengan que dedicar a vender en el comercio callejero o mejor dicho, el comercio informal, con productos viejos o bien, ropa de paca, accesible para los que menos tienen.

    Y el presidente, encabezando sus mañaneras con abrigos de 21 mil pesos o sus hijos, con tenis de 14 mil pesos, algo que sólo vivirán en sueños sus seguidores. Así es la izquierda, se benefician los de arriba, pero los de abajo seguirán siendo pobres y pese a ello, les adorarán y defenderán como gatos boca arriba.

    Xóchitl Gálvez

    La izquierda mexicana, encabezada por el presidente, sigue empecinada en hablar en contra de la candidata de la coalición PAN-PRI-PRD Xóchitl Gálvez. Les preocupa y mucho, por eso pagan encuestas para que Claudia Sheinbaum aparezca arriba e inclusive, muy arriba en encuestas elaboradas por quién sabe quién.

    La realidad es muy distinta. Dondequiera que ha ido, la candidata de la oposición es bien recibida y sus eventos han sido numerosos, algo que no podrán ocultar los izquierdistas. Xóchitl se ha ganado el corazón de la gente pues es una candidata que no disfraza sus respuestas y no oculta la realidad del país. Cualquiera que niegue que el país está en serias dificultades o es un idiota o ya está fuera de la realidad.

    Pero Xóchitl Gálvez, que proviene de un sector indígena ha demostrado que sí se puede salir adelante estudiando y trabajando y sobre todo, haciéndolo honradamente.

    Xóchilt jamás tuvo un esposo que le llevó maletas de dinero provenientes de la extorsión. Jamás se vio envuelta en un escándalo de relaciones otorgando permisos falsos a beneficio de alguna escuela que se haya caído –después- tras un temblor. Nunca habría dado la espalda a la gente tras una tragedia del mayor transporte público de la capital del país, el metro, y mucho menos habría enviado a golpear a vendedores que estuvieran en la zona del centro de la capital. Eso la hace diferente a otros, y otras.

    Xóchitl Gálvez va hacia arriba y eso no lo detendrá nadie. Nada tiene que ver con Argentina o Ecuador, pero si algo quedó demostrado en esos países es que nadie es eterno y la gente no está dispuesta a vivir en la injusticia toda la vida.

    Recordemos esto y no lo olvidemos nunca: México es más que un grupo de personas que quieren perpetuarse en el poder a base del chantaje y la extorsión. México será grande cuando tenga una sociedad estudiada y dispuesta a trabajar para hacerlo cada vez mejor.

    PD Hoy, lunes 11 de diciembre, recordemos que con Morena se han cometido un gran número de injusticias, como en el Poder Judicial, en el que el gobierno se ha metido de lleno. Vaya, ni siquiera mencionaré lo que ocurre a nivel nacional, sino en Veracruz, con un Poder Judicial que se corrompió de 2019 a la fecha, primero, con Sofía Martínez Huerta (ya fallecida) que lo encabezó y que tras ser despedida, lo defendió del gobierno. Luego con Isabel Romero que fue un desastre y ahora con Lizbeth Aurelia Jiménez que sigue con lo mismo, dejando que sea el gobernador quien disponga de las cosas, entre ellas, que no estén, por ejemplo, los magistrados Marco Antonio Lezama Moo, quien con amparo en mano tiene todo el derecho de volver y Amadeo Flores Villalva, quien tiene el derecho de permanecer otros cinco años pero que no fue avalado por el Congreso local, pese a que conoce más de leyes que todos los magistrados morenistas impuestos por Cuitláhuac García.