Destacado

    Salvador Muñoz

    Siempre que estoy con estas mujeres, salgo lleno de energía… sus palabras, su entusiasmo, su valor y su profunda fe me contagian, pero hoy, en el desayuno de fin de año de Juntas Venciendo el Cáncer (Juvecan) Coatepec, salí con una lección más que obliga a llevarlo a la práctica cual si fuera una manda: abrazar de corazón a corazón.

    La cita fue en la Quinta Colón de Coatepec, quien brindó posada a Juvecan en esta reunión especial que constó de un sabroso desayuno y de un sorteo de buenos deseos, harto cariño y muchos presentes para los presentes que salieron premiados.

    La intervención de la doctora Rogelia López Ocampo hizo que la atención se concentrara en esa figura de dulce mirar que guarda al interior, a la Guerrera Mayor de este grupo de mujeres que luchan incansablemente contra el cáncer de mama.

    Una oración para bendecir los alimentos, a las integrantes, las voluntarias… una oración para pedir a Dios valor para aceptar las cosas que no se pueden cambiar y para las que sí se pueden cambiar, pero sobre todo, sabiduría para entender la diferencia…

    Para la doctora Roge, como cariñosamente la llamamos, es relevante seguir unidas y unidos, hacerse presente en las reuniones catorcenales que se hacen porque igual de importante es conocer, sentir, escuchar… la cercanía, la calidez, el contacto igual ayuda en esta lucha.

    Rocío en su intervención, habló de la fortuna que tenemos atesorada en la vida, uno de los principales motivos que da origen a esta reunión: celebrar la vida.

    Agradeció a la doctora Roge por ser esa mano amiga, la consejera y el factor de unidad de Juvecan que la hace el pilar de este grupo de valientes mujeres… “¡Qué afortunados somos por tenerte en nuestra vida!”

    A la vez, Rocío también agradeció a médicos y doctores que con han estado al lado de Juvecan “compartiendo conocimientos, sabiduría y experiencias para enriquecernos” pues al enfrentarse al Cáncer de Mama, “por el que han pasado y pasan compañeras”, uno se da cuenta de que a veces se desconoce tanto de este mal…

    Maru, la de la sonrisa generosa, abrió su intervención con un texto que durante su trayecto en taxi, armó… ¡quesque no venía preparada!:

    “Hoy celebramos el amor de Dios en nuestras vidas. Hoy les sugiero que la Navidad no sólo sea el 25 de diciembre. Les invito a que la Navidad esté todos los días en nuestros corazones.

    “Demos gracias a Dios por lo bueno y por lo malo, pues nos trae enseñanzas; y recordemos que los regalos más valiosos son los que podemos dar con una sonrisa, con la mirada y el abrazo sincero de la amistad.

    “Disfrutemos de éste y todos los días navideños de una manera diferente.

    “Vive la Navidad a tu manera, dale un significado especial que surja de tu corazón y en consecuencia, que nos permita fortalecernos con fe y esperanza para ser felices; para que en el 2024, las oportunidades que se nos presentan, nos permitan alcanzar nuestros más profundos anhelos…

    “Amigos y amigas de Juvecan, levantemos nuestros vasos y tazas para brindar por nuestras vidas… ¡feliz y bendecido 2024!”

    Lupita nos emocionó porque junto con su mensaje, dio un testimonio “para demostrar que Dios nunca se equivoca y siempre está con nosotras”.

    Cuenta que hace seis años, estando en su oficina donde era directora del Instituto Municipal de las Mujeres, se presentó ante ella la doctora Roge para platicarle de Juvecan. Desde ese momento hubo química, tan así que el primer evento público que hizo como titular del IMM, fue con estas guerreras. Al acabar su periodo, la doctora Roge la nombró Voluntaria de Juvecan… “a los pocos meses le detectan a mi hija cáncer de mama… Ella fue la primera en apoyarla… ella fue la primera en extender la mano…”, estoy seguro que no sólo en Lupita, sino en todos los presentes, las lágrimas amenazaron con salir mientras un nudo en la garganta nos abrazo. “Ya salió adelante –agregó Lupita– y les manda un mensaje: Las

    ama!”

    Lety comparte mucho de lo que yo percibo en cada vez que tengo oportunidad de reunirme con estas mujeres… “nos llena de energía, revitaliza, recargamos energía para todo el año”.

    Ella sabe que en esta situación, la de tener cáncer de mama, es difícil “pero nos ha sostenido Dios… para las que empiezan, extiendan la mano” y recibirán ayuda, no sólo de Juvecan, sino de más arriba.

    Y es aquí que Lety nos da una lección acompañada de Paty, quien le enseñó a abrazar, precisamente en una reunión anterior que después de mucho rato se encontraron: “Paty me enseñó a darme el abrazo de corazón a corazón”.

    ¿Y cómo es eso? Lety y Paty nos muestran que al abrazar, los corazones tienen que juntarse… “mi alma abraza tu alma”, me dice Paty. Nadie duda, nadie dubita, nadie se contiene. Nos paramos y juntamos nuestros corazones con las personas a nuestro alrededor…

    Así, estas valientes mujeres de Juntas Venciendo el Cáncer, cierran este año, de corazón a corazón.