Destacado

    Vicente Luna Hernández 

    “Carro completo” era el grito triunfalista del PRI en los años del poder a su máximo esplendor, era el deseo especial del inquilino de los Pinos, tener mayoría calificada en ambas cámaras era el resultado de una elección de Estado para satisfacción y regocijo del que se iba y de quien llegaba, nada ni nadie iba a oscurecer un sexenio tranquilo en materia legislativa, ¿a quienes atropelló ese carro para llegar a buen puerto? No importaba, era el presidencialismo en su máximo resplandor.

    Bajo la presión partidista, organizaciones sindicales independientes, intelectuales y la sociedad en general poco a poco hubo mayor apertura en la participación política de amplios sectores de la sociedad civil organizada que buscaban mayor ejercicio de las libertades consagradas en la Constitución Política del país, sin embrago, la cuesta era muy pesada y contra la fuerza del Estado pero en México se presentó la alternancia en el año 2000 con el arribo del PAN al poder presidencial, es cierto, mucha agua corrió bajo el puente de la democracia incipiente que se empezaba a  gestar en el país y costó mucho dolor, sudor y sangre…el partido único poco a poco se desmanteló y el PRI lo asimiló y entendió.

    Ese PRI que – para dar la impresión de democrático o bajo la presión nacional – impulsó la creación de organismos autónomos empezando por un Instituto Electoral único responsable de la organización de los procesos electorales, – sin las manos metidas del gobierno – fue su primera señal de que las cosas serian diferentes, el estigma de partido único y dictadura perfecta con la alternancia se fue diluyendo para satisfacción del país, ¿ese partido único de ayer es el que quiere morena hoy?

    La realidad es que la conformación del Congreso de la Unión será responsabilidad única de los más de 97 millones de ciudadanos que tendrán la oportunidad de votar el próximo 2 de junio, – ojala una amplia mayoría ejerza ese derecho – es responsabilidad de la ciudadanía reflexionar su voto e imaginar qué país quiere para el presente y futuro de las nuevas generaciones: un poder presidencial con equilibrios y contrapesos, un poder presidencial que tenga que dar cuentas a la nación con organismos autónomos que auditen esas cifras alegres que suelen dar todos los presidentes, un país donde la justica se imparta sin importar si quién la pide sea popular entre la tropa o no, un país donde todo mundo esté sujeto a un estricto Estado de Derecho más allá de idealizar al pueblo, un país donde la seguridad y la salud esté basada en más realidades que en buenos deseos que no tienen sustento, ¿ qué tipo de país quiete el pueblo bueno y sabio?

    Todo parece indicar que una mujer será la próxima presidenta de México, ¿eso significará que México ya cambió de mentalidad patriarcal? Al igual que si llegase un hombre a la mujer hay que exigirle lo mismo y ojala sea para bien de la nación, la pregunta es, ¿qué clase de mujer elegirá la mayoría? ¿Cambiará el ejercicio del poder por este hecho? ¿Ha cambiado el ejercicio el poder en los Estados donde ha gobernado o  gobierna una mujer? Si al lado de cada buen hombre hay una mujer ahora ¿al lado de cada buena mujer hay un hombre? ¿Ese hombre será un asesor más o alguien que quiere ejercer el poder 6 años más?

    Mal haríamos en impulsar una guerra de géneros a los varios frentes que tiene México, tan valioso es un hombre como una mujer, como todo en la viña del Señor hay de todo tipo, sin embargo, la trayectoria de cada una de las que ejercen el poder o intentan ejercer el poder debe estar a la vista y escrutinio de todos, el pasado hablará del actuar presente y futuro de la próxima presidenta, sin quitarle una coma se debe analizar la personalidad y los resultados en el ejercicio el poder de ambas, no basta una pegajosa canción, bardas y espectaculares por todo el país o grado académico, que no sea ser “Doctora” o “ vender gelatinas” la mejor carta de presentación de cada una, tampoco aparecer sonriente al lado del 2° presidente más popular el mundo, eso es muy poco para los grandes retos que tiene México, se necesita más mucho más para poner orden y paz en las calles del país.

    Ayer se hablaba del México de un solo hombre, ¿acaso hoy el partido en el poder anhela el país de una sola mujer? Millones de mexicanos tendrán la última palabra, la revolución de las conciencias, el pueblo muy bien avispado puede hacer la diferencia, los contrapesos siempre son bienvenidos en toda democracia y el pueblo lo sabe, ¿alguien dijo que tonto es aquel que cree que el pueblo es tonto?

    P.D.-Con el ánimo que la voluntad popular se ejerza sin miedos y sin presión de ningún tipo y el artículo 4 Constitucional se tenga muy presente en el imaginario colectivo… Escribiré otro día.