Salvador Muñoz
Los Políticos
Las piezas del ajedrez político de la Oposición en Veracruz, se van acomodando…
Se tiene, en primera instancia, a Pepe Yunes como candidato a la Gubernatura… de inmediato, a Miguel Ángel y Fernando Yunes, como opción por la Senaduría… faltaría ubicar a Héctor Yunes, que podría en un momento dado disputar una curul en San Lázaro o en el Palacio de Encanto, pues como precandidato a la Gubernatura por su partido, igual tiene capital político para ir en pos de una curul en cualquiera de las dos instancias…
Y ahí tenemos cuatro Yunes… pero bien dicen que no hay Quinto malo!
En Movimiento Ciudadano falta definir entre tres cartas al candidato o candidata a la Gubernatura: Sergio Gil Rullán, José Manuel del Río Virgen o Sofía Yunes, que de darse en ella esta designación, podríamos tener en la contienda ¡a 5 Yunes!
Ya no se da el sexto porque Tato Vega Yunes se bajó (de la contienda por la Gubernatura, mal pensados), aunque faltaría ver si le entra a la disputa por una curul o aplica en las Pluris… ¿5 Yunes y medio?
Aunque ahora lo interesante ya no es la cantidad de Yunes en las boletas electorales, sino abrir el abanico que da la posibilidad de que Pepe Yunes gane.
Sí, no se enojen morenos… si el Doctor Strange es capaz de generar en el Multiverso de la Locura un agujero multiversal de 14 millones 604 posibilidades para un solo suceso, pues igual Pepe tiene la probabilidad en este multiverso político de ganar…
Luego entonces, si Pepe Yunes gana la gubernatura este 2024, y bajo ese argumento multiversal igual ganara Miguel Ángel Yunes hijo, como cabecera de la fórmula para el Senado, estaríamos hablando de que ya tenemos candidato a la Gubernatura para el 2030 por parte del PAN, y con ello se podría reabrir la eventualidad que se generó en el 2018 para que la continuidad en la gubernatura se diera con un solo apellido: Yunes.
Por supuesto que Miguel Ángel Yunes Márquez no es la única probabilidad… recuerden que tenemos a Fernando y la posibilidad de que contienda el tío Héctor. Claro que si llega al Palacio de Encanto, sus posibilidades de ser candidato se reducen como las de Fernando como suplente… insisto: se reducen, no se acaban.
En las mismas condiciones se encuentra Sofía Yunes aunque se pueden ampliar por cualquiera de los escenarios en los que se enfrente este 2024: Si es candidata a la Gubernatura y acaso perdiera, serían sus números las que la podrían ubicar dentro o fuera del Multiverso 2030.
Recuerden que los Yunes nos dejan claro que ante la derrota, se empecinan por alcanzar el triunfo…
Si fuera candidata a diputada, sea federal o local, sus posibilidades estarán, si gana, dentro del margen que ella quiera en función de su proyección como legisladora y además, gestora…
Ahora, estamos hablando del mejor de los escenarios para Pepe Yunes… en el peor de los escenarios, está su derrota…
Sí, no se enojen pepistas y priístas… también está esa posibilidad en el multiverso político… como también la eventualidad que puede haber la derrota del Yunes peroteño y a la vez, el triunfo del Yunes del Estero, lo que mantiene el margen de probabilidad de que en el 2030, el PAN (o la Oposición si aún se mantienen unidos), ¡ya tenga candidato!
¿Y por qué no Pepe? Si bien, ejemplos hemos tenido de empecinamiento por las sillas grandes, como fue Cuauhtémoc Cárdenas o el mismo López Obrador; o en el ámbito estatal a Miguel Ángel Yunes papá y al mismo Cuitláhuac García Jiménez, la lógica apunta que el turno por competir sería para un panista luego de que de manera consecutiva (por separado y en alianza) un priísta ha disputado la elección por la gubernatura (2018 y 2024)…
Claro, esto no deja de ser un sinnúmero de probabilidades que se dan con el registro de Miguel Ángel y Fernando Yunes para contender por la Senaduría…
Y hay que agregar el 2025 y el posible escenario de que Chiquiyunes, antes de la revancha por la Gubernatura, intente subsanar las ganas de competir por el Puerto… o Fernando?
Falta mucho trecho, pero algo es seguro: si ya tuvimos por la Gubernatura Yunes en 2010, Yunes en 2016, Yunes en 2018 y Yunes en 2024… ¿por qué no Yunes en 2030?