Julio Vallejo
La delgada línea entre mi opinión y la tuya
Si pensaste que uno de los mayores problemas del mundo son las guerras, migración, hambruna, el cambio climático, deberías agregarle la designación de los próximos mandatarios a nivel mundial para este 2024.
De los 8 mil millones de habitantes que tiene el mundo, la mitad estarán en un proceso electoral en el transcurso del año. Tan solo aquí en México serán llamados a las urnas alrededor de 98 millones de mexicanos y mexicanas y 20 mil cargos de elección popular se van a elegir en un solo día.
Es muy difícil hacer predicciones y más cuando la máquina de vapor electoral empieza aceitarse para guardarse y dejar que la era digital empiece a funcionar de manera natural por medio de la Inteligencia Artificial (IA).
La democracia en la actualidad trata de hacer un esfuerzo transversal, multidisciplinario, para transmitir la confianza al electorado en las próximas elecciones, sin embargo no sabemos cómo será su lenguaje analítico al usar las nuevas herramientas tecnológicas.
Sin duda alguna cada elección es diferente; para los políticos será algo novedoso y nuevo al usar la IA la cual les abrirá nuevas vías de comunicación permitiendo una interacción más personalizada.
El ritmo es lento en materia de regulación electoral de la IA comparado con su rápido desarrollo. Todo puede influir y manipular los ánimos de una población que podría votar con el hígado, mientras que las máquinas continúan pensando, aprendiendo y actuando como los seres humanos.
En este proceso electoral debemos tener cuidado con los Deepfakes (videos y audios manipulados) y estar al pendiente de cómo nos mandarán los mensajes de campaña, ya que la IA podría usarse para una narrativa de discursos de odio polarizado a la población e influyendo así en el proceso electoral de nuestro país.
¿El futuro es el cambio? no lo sé. Lo que sí sé es que hay que transmitir confianza al electorado para que acuda a votar con responsabilidad sin importar el entorno y el lenguaje que plantea la IA en el proceso.
Por último, no quisiera imaginarme que en estos tiempos seamos utilizados como dispositivos móviles, controlados por imágenes y audios manipulados para convencernos por quién votar. Sin duda alguna, la IA está impactando todos los aspectos de la vida.