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    Enrique Yasser Pompeyo 

    Mesa de Redacción 

    Aunque el gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez defiende el “trabajo” de la fiscal general Verónica Hernández Giadáns, los hechos muestran lo contrario.

    Los ciudadanos, los colectivos de familiares de desaparecidos, los personajes políticos, los activistas, los integrantes de la  comunidad LGBT+, entre otros sectores, se han topado con la cerrazón, la falta de diálogo y el burocratismo del “ente autónomo”.

    Por eso llama la atención la próxima reunión de los diputados locales integrantes de la Comisión de Vigilancia con las autoridades de la Fiscalía General del Estado y el área “anticorrupción” con relación a las denuncias contra ex funcionarios públicos.

    Hasta el momento, se desconoce el avance de las investigaciones en las 351 denuncias que el Órgano de Fiscalización Superior de Veracruz (ORFIS) interpuso en contra de ex servidores públicos.

    Esa reunión, ¿cambiará algo?, ¿servirá de algo?, o como suele ocurrir, únicamente será para tomarse la fotografía.

    Hasta el día de hoy nada se sabe del trabajo de la titular de la Fiscalía Anticorrupción, Clementina Salazar Cruz y seguramente nada se sabrá.

    Es el último año de la administración cuitlahuista y si en los anteriores no hubo avances, en este, menos, a pesar de que la actual titular de la Fiscalía continúe al frente de la dependencia.

    En el Congreso del Estado no pierden las esperanzas de reunirse con Hernández Giadáns, a pesar de que, desde el año pasado han buscado dialogar y se han topado con pared.

    Por ello, no se espera que les brinden mucha información para conocer el avance que existe en la institución, en cuanto a los casos de corrupción y desvío de recursos señalados por el órgano fiscalizador.

    enriquepompeyo@hotmail.com