Miguel Ángel Gómez Ruiz
Contrapunto
En Chile, durante el gobierno de Gabriel Boric, un izquierdista más pensante que otros en América, se trató de reemplazar en dos ocasiones la Constitución de ese país, sin éxito.
Los chilenos, pese a sus protestas más intensas desde 2019, calificaron las propuestas de Boric muy neoliberales, distintas a sus demandas y exigencias, pese a que se buscaban mejorías en los sistemas de salud y educación del país, además de sus pensiones.
Ni con Boric, halagado por muchos, los chilenos se atrevieron a avalar una nueva Constitución, quizá por tradición, quizá porque no satisfacía sus demandas o quizá porque no era tan necesaria.
Muchos creen que nuevas constituciones en países de izquierda representarían un aval para una mejora en toda la estructura de una Nación, pero pareciera que lo que buscan esos nuevos líderes no sólo es perpetuarse en el poder, sino en que se consolide lo que ellos quieren, más que al pueblo que representan.
En México, el presidente López Obrador, que pareciera que sólo gobierna para los suyos tiene muchas condiciones a su favor, pero aún no cuenta con el aval suficiente para hacer cambios tan profundos en una Nación a la que le ha costado gobernar.
Hace apenas dos días, el presidente propuso una serie de reformas a la Constitución –no una nueva- con la que no cuenta con el aval de la oposición que también forma parte de la pluralidad del país. Es decir, no manda sólo él, sino que tiene que contar con el aval de los poderes Legislativo y Judicial.
Más o menos con los diputados cuenta, pues Morena, PT y Verde Ecologista cuentan con un gran número de legisladores, pero no suman los 367 para tener una mayoría calificada, con todo y que en la oposición se han retirado un grupo de traidores que tratan de asegurar algún puesto en la próxima administración si es que llegase a ganar la presidencia la candidata Claudia Sheinbaum, que a distancia pareciera más intolerante que el propio presidente, que no está de acuerdo con todo aquél que rechaza sus ideas y propuestas.
Es indudable que el país requiere de una serie de reformas, pero nunca, nunca, de ver al Poder Ejecutivo minimizar al Poder Judicial o tratar de que esté a su favor, pues un gobierno puede equivocarse, pero si el Poder Judicial estudia y aplica la Ley, jamás irá en contra de nadie y pareciera que este gobierno lo que busca es modificar las cosas a su favor poniendo, como siempre de pretexto al pueblo.
Tampoco es sano que del mismo gobierno salgan los ministros para ir a la Suprema Corte, por ejemplo, pues ello no garantiza una correcta aplicación de la justicia. Ya hemos visto los casos de Yasmín Esquivel con todas las irregularidades detectadas en su tesis o la ineficacia de Lenia Batrés que no tiene, siquiera, el nivel de secretaria de oficina y convertida en ministro por obra y gracia del presidente.
Peor aún, vemos a un presidente descontento porque la Suprema Corte anula reformas aprobadas por sus diputados pero que no están sustentadas ni basadas en la ley de manera correcta. La sugerencia es que antes de enojarse con los ministros, por lo menos les llame la atención a sus colaboradores, pues parecieran perdidos en el universo a la hora de escribir una simple reforma.
Veracruz
Los cierres de precampaña en Veracruz lucieron muy interesantes, pues en Xalapa el éxito de José Yunes Zorrilla, abanderado por los partidos PAN, PRI y PRD, estuvo a la altura de las circunstancias. Pepe, un hombre que irradia simpatía ha logrado unir a mucha gente que le ha prometido que le seguirá en campaña, sino que trabajará no sólo para sumar adeptos, sino para captar todos los votos posibles.
En el caso de la zacatecana Rocío Nahle, también sigue en su lucha y pese a la inexperiencia de su equipo y que varios de ellos parecen muy sobrados en esta precampaña, ella sigue intentando conectar con la gente, mucha de ella decepcionada por la irregular actuación del gobierno estatal, encabezada por Cuitláhuac García que se llenó de un nutrido grupo de personas que ni idea tienen de cómo se gobierna. Quizá los únicos buenos resultados de esta administración están en las áreas de educación, finanzas y en el área de economía, pero hasta ahí y todo porque el mandatario jamás, jamás dio la cara ante distintos grupos de inversionistas e incluso, siempre se negó al diálogo con los partidos opositores, a quienes no tomó en cuenta.
Si llegase a ganar, se espera que, por lo menos, Rocío Nahle se maneje de manera distinta.
PD En materia de inseguridad, el país sigue dando tumbos, pues el crimen organizado sigue imponiendo su ley en estados como Michoacán y Guerrero en donde se han suspendido eventos de gran tradición. El secuestro, las ejecuciones y la extorsión son la constante y tenemos un gobierno ineficaz, incapaz de enfrentarse al crimen organizado de manera frontal. Lamentable.
En Veracruz sigue habiendo un Poder Judicial que pareciera responder a los intereses de Cuitláhuac García antes que al pueblo, al que siempre ponen de pretexto. Ahora, la juez Angélica Sánchez, que fue encarcelada por no vincular a proceso a un supuesto asesino de un diputado local fue citada nuevamente en Pacho Viejo, para que declare tras ser acusada de varios delitos. Ella es aspirante a la Senaduría por parte de Movimiento Ciudadano pero le siguen moviendo el tapete desde el Poder Judicial, mal manejado por una presidenta tan incompetente como Lisbeth Aurelia Jiménez Aguirre.