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    Miguel Ángel Gómez Ruiz

    Contrapunto

    México vive hoy un momento álgido, con precampañas larguísimas que alborotaron a casi todo el país y acentuando el odio entre los que simpatizan con la llamada cuarta transformación y los que están en contra ella.

    Pareciera que no es momento de odios y mucho menos ante el avance del crimen organizado en el país que, se calcula, ya controla un treinta por ciento del país y peor aún, frente a los ojos de un gobierno federal que no hace nada para proteger a los que son afectados de manera directa. Entiéndase, habitantes de Zacatecas, Sonora, Michoacán, Guerrero y Guanajuato, entre otros.

    La inseguridad, la misma que ha reinado desde el inicio de la administración del presidente López es una tarea pendiente y de no corregirse, por ejemplo, hablamos de que durante las campañas, los asesinatos de candidatos (as) podría rebasar los 50. Ojalá y no.

    Peor aún, un delito que va creciendo como la espuma y que reduce los ánimos para invertir aún en el negocio más pequeño es la extorsión. En todo el país, miles de negocios han sido afectados por este delito que tiene dos cosas en contra: por un lado, muchos de los afectados no denuncian y otro tanto es atacado por la delincuencia al hacerlo y el caso es que ningún extorsionador es castigado en lo más mínimo.

    Encima de eso, tenemos un aumento sustantivo de la venta de Huachicol en el país; una deficiencia terrible en la distribución de medicamentos que no parece estar mejor que en Dinamarca, país europeo que no tiene más habitantes que Puebla. Por el contrario, el problema de la falta de medicamentos nos coloca al lado de Sudán o Yemen.

    También tenemos obras magnas que hasta el momento y durante mucho tiempo no rendirán ninguna utilidad y todo mundo ha oído hablar de ellas: el aeropuerto “Felipe Ángeles”, la refinería “Dos Bocas” y el Tren Maya, que serán subsidiados indefinidamente.

    La violencia contra la mujer, exacto, contra la mujer sigue sin detenerse y son muchos estados en los que el feminicidio encabeza las listas. Ya sea en el Estado de México, Zacatecas, Oaxaca o Veracruz, los ataques hacia las mujeres son la constante y son los gobiernos los que politizan esa situación, pues pareciera que todas las afectadas o muertas, permiten todo eso para afectar a quienes gobiernan.

    El detalle es que pareciera que este país, no sólo por lo antes mencionado sino por muchas cosas más, está abandonado o la deriva que es casi lo mismo. Hay más pobres, empleos sin ocupar, más jóvenes sin ambicionar un trabajo o superarse en sus estudios y tantas cosas.

    Lo curioso se vive, por ejemplo, en los mercados, con mujeres a las que apenas les alcanza para comprar los productos con los que harán la comida y el caso empeora cuando acuden a algún supermercado a comprar su despensa. Ningún recurso les alcanza. Hoy día, todo está más caro ante la complacencia de un gobierno cuyo discurso es que “primero es el pueblo”, el pretexto en la actualidad.

    En unos meses, tras soporíferas campañas, se elegirá a quien dirigirá los destinos de la Nación. Pudiera ser Xóchilt Gálvez o bien, pese a su decaimiento, Claudia Sheinbam o inclusive, Jorge Álvarez Máynez, de Movimiento Ciudadano, pero debiera ser una regla, cualquiera de los tres, tendrá que apostar por el futuro del país y no sólo por el continuismo. México tiene grandes retos a futuro. Uno de ellos es el agua y es un tema que no debe ser desperdiciado ni olvidado.

    Otro de los retos es la producción de energía e irnos olvidando del petróleo, que ya no es garantía ni de riqueza ni de funcionamiento. Seguramente hay mejores formas de fabricar y distribuir energía eléctrica y lo mismo deberá ocurrir con los automóviles, una vez que a partir de 2030 o 2035 aumente la producción de automóviles eléctricos. Por fin, el petróleo dejará de contaminar.

    Y hay muchos temas qué tratar. Mejores policías, quizá el retorno de la Policía Federal, por supuesto deben llegar mejores corporativos de seguridad y devolver su honorabilidad a los soldados y a elementos de la Marina, mucho mejor capacitados antes que ser albañiles y decoradores.

    PD En Veracruz, el candidato de Movimiento Ciudadano a la gubernatura de Veracruz será Hipólito Deschamps, exalcalde de Medellín de Bravo y que estuvo en las filas de Acción Nacional. Sin duda, él sabe la complejidad que va a enfrentar, sin embargo, habla bien el hecho de que, aun así, buscará la gubernatura bajo el patrocinio del partido que dirige Dante Delgado. Por cierto, muchos que hoy critican a Dante Delgado habría que recordarles que fue un buen gobernador que fue traicionado y llevado a la cárcel hasta que pudo probar su inocencia. Hoy, está a la cabeza de un partido fuerte que va ganando más espacios y que gobierna a dos de los estados más importantes del país: Jalisco y Nuevo León