Salvador Muñoz
Los Políticos
No sé si los partidos lo estén tomando en cuenta, pero no estaría de mal contemplar el escenario: el machismo.
Si bien en los militantes de la oposición, sean del PRI, PAN, PRD, así como de Morena y aliados, sus postulaciones a la presidencia son mujeres, en ellos hay un interés político del que es ajeno el ciudadano común. Y cuando citamos al “ciudadano común” englobamos en ello a hombres y mujeres.
Se habla de que un 12 por ciento de encuestados a nivel nacional, no votarían por una mujer para la Presidencia.
Parece un porcentaje muy bajo, cierto, pero es claro que a la hora de enfrentarse a una encuesta, el ciudadano tiende a buscar la comodidad del encuestador, o aparentar una realidad o mentalidad lejana en la que realmente se asienta.
Entonces, por qué no pensar que ese 12 por ciento que se sinceró en su rechazo a una mujer para la presidencia, podría llegar a multiplicarse por ese silencio convenenciero del ciudadano común que es incapaz de quedar mal ante un tercero…
Para ponerlo más claro: cuántos ciudadanos pueden decir que son tolerantes a la homosexualidad pero es seguro que a la hora de votar, si hubiera candidato o candidata con determinada preferencia sexual, jamás votarían por él o ella.
A ello agreguemos un ingrediente adicional: la exigencia (machista?) del ciudadano para con la mujer en un cargo público, por ser el tema a tratar.
Es cierto, aun con la paridad de género y la equidad que por Ley se lleva a cabo en nuestro entorno político-legal, muy dentro de nuestra “moral”, “cultura”, “pensamiento” o como quiera llamarlo, somos más exigentes con las mujeres que con los varones.
Esta exigencia igual la aplican las mismas mujeres para con sus congéneres, no es una actitud exclusiva del hombre.
En pocas palabras, a la mujer, aun con la paridad de género, todavía le cuesta el doble la pretensión política porque se quiera o no, aún se cree que la actividad política es exclusiva para los hombres y a la mujer, en lo más recóndito de los pensamientos masculinos y hasta femeninos, se sigue ubicando “en la cocina” siendo muy despectivo… o en la casa, siendo más “generosos”.
Es seguro que no haya ataques a la condición de mujer para Xóchitl o Claudia de manera directa, pero de manera velada, a poco no se ubican a las dos bajo la sombra de un Claudio X o de un López Obrador…
De eso es lo que hablamos, la forma perversa de que detrás de una gran mujer, hay un hombre poderoso manipulándola…
A nivel nacional, quién sabe, en una de ésas, el beneficiario de este machismo aún latente en lo más oscuro de nuestros ciudadanos (y por qué no, de nuestros políticos) podría ser Jorge Albriaguez Máynez… a lo mejor no con los resultados abrumadores que quisiera el de Movimiento Ciudadano… y en Veracruz, Pepe y Polo… porque guste o no, agrade o no, les joda o no, tanto hombres como mujeres seguimos atados a esas cadenas invisibles de años que nos acomodan en el machismo… si no, por qué entonces la paridad de género por Ley.