Salvador Muñoz
Los Políticos
Silvia Domínguez y Noemí Guzmán Lagunes vinieron a echar abajo esa frase recurrente surgida de las filas del priísmo que evocaba una triste realidad de los compañeros de fórmula: “Suplente, ni de Dios”.
Ambas mujeres se plantaron frente a Francisco Labastida Ochoa, candidato a la Presidencia de la República, durante un recorrido por Veracruz, y reclamaron espacios en las candidaturas. Salomónico, el candidato bajó a Domingo Yorio Saqui y a otro varón (que tampoco recuerdo) de las suplencias de Fidel Herrera y Fernando Gutiérrez Barrios que competían por el Senado… la historia ya la sabemos… al poco tiempo, teníamos dos Senadoras y el destino le dio otro giro a “Suplente, ni de Dios”.
La conferencia “Gobierno de Coalición” es solo el principio de lo que es seguro, Miguel Ángel Yunes Linares ha de hacer en estas elecciones. Su reciente presencia le dio también un giro repentino al proceso electoral y en términos culinarios, vino a darle sabor al caldo, tanto a la Oposición como al partido en el poder.
Si corre, si toma café, si da conferencias, si se acercan los priístas o no, Yunes Linares acapara los reflectores a tal grado que parece él más candidato al Senado que su propio hijo… ¿Estrategia paternal o electoral… o ambas? El tiempo o las campañas lo dirán, pero hay una cosa muy clara en Miguel Ángel Yunes Linares: Es un Suplente con mucha fuerza que ya lo quisiera cualquier candidato.
Las circunstancias y por qué no, esa fuerza que impregna Yunes Linares en la Oposición, pueden dar lugar a una prospectiva que desde hace varios meses venimos planteando en estas líneas ahora que una de las líneas sugeridas se dio con un Yunes de los azules con la mira en el Senado: que vaya otro Yunes a buscar una curul local en el Palacio de Encanto… y por decanto, éste tiene que ser Fernando Yunes.
La idea primaria de esta invasión yunista en estos dos escenarios es que, teniendo a un Yunes en la Cámara Alta, de golpe y porrazo hay proyección nacional, sea como oposición o sea como parte del Gobierno en turno (dependiendo de las urnas), pero proyección va a haber… siempre y cuando alcance un escaño porque los de enfrente, los Morenos, harán todo lo posible porque no sea así.
Por otro lado, con un Yunes, en este caso Chiquinando, en el Palacio de Encanto, sea por la vía pluri o uni, le permitiría ser, en caso de seguir como Oposición, ser el talón de Aquiles y evidentemente, con la oportunidad de jalar los reflectores necesarios y también con el chance de mantener vigencia dos periodos para llegar con la imagen por todo lo alto al 2030… para lo que se ofrezca, o en su caso, para recordar lo que un día la señora Leticia Isabel Márquez dijo: “Uno de mis hijos será Gobernador”, y según Chiquinando, a él no le gusta desobedecer a su mami.
Ojo! Porque hay una posibilidad de que en un momento dado, la siguiente Legislatura tenga dos Yunes (Tío y Sobrino) si es que esta prospectiva se cumple. Y es que Héctor Yunes Landa viene haciendo talacha vía redes sociales y muy cabrón. No hay día en que no le meta un… un… un trancazo (para evitar la redundancia) a Cuitláhuac y se quiera o no, la repercusión de su trabajo mediático, abona; entonces, por qué no pensar que le den una Pluri… a menos que se la rife Héctor en las urnas…
Como sea, del “Suplente, ni de Dios” bien se pudiera hoy pasar, jalándomela como siempre, a “Dios como Suplente”… Sí, la neta, está jalado, pero dijera Juanga, lo que se ve, no se juzga.